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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 356 | Noviembre 2011

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Nicaragua

Noticias del mes

DIJO HUGO CHÁVEZ
“Querido Daniel, hermano mío: En realidad y en verdad empezamos a celebrar tu cumpleaños (11 noviembre) desde el domingo pasado junto con el cumpleaños de la esperanza del pueblo sandinista de Nicaragua. Y no hay mejor felicitación que la que recibiste en la histórica jornada del 6 de noviembre: una felicitación colectiva y mayoritaria en la que se expresó la voluntad popular con toda su fuerza y todo su amor. Nuestros pueblos te felicitan, Daniel, con la infinita certeza de que Sandino vive. Cómo no recordar su profecía que, una vez más, se ha cumplido el 6 de noviembre: “Algún día triunfaremos. Y si yo no lo veo las hormiguitas llegarán a contármelo debajo de la tierra”. Sé que las hormiguitas ya le transmitieron el más hermoso mensaje, ya le contaron que volvió a ser el vencedor con y en su pueblo”.

DIJO FIDEL CASTRO
“Hace 72 horas, el domingo 6 de noviembre, hubo una elección general, en la que Daniel Ortega y el FSLN de Nicaragua obtuvieron una aplastante victoria… Debo decir que las elecciones en Nicaragua fueron al estilo tradicional y burgués, que nada tiene de justo o equitativo, ya que los sectores oligárquicos, de carácter antinacional y pro-imperialistas disponen como norma del monopolio de los recursos económicos y publicitarios, que en general, y de modo especial en nuestro hemisferio, están al servicio de los intereses políticos y militares del imperio, lo cual resalta la magnitud de la victoria sandinista… A Daniel lo conozco bien; nunca adoptó posiciones extremistas y fue siempre invariablemente fiel a principios básicos... Lo fundamental del papel de Daniel, y la razón a mi juicio, de su aplastante victoria, es que nunca se apartó de los contactos con el pueblo y la incesante lucha por su bienestar. Es hoy un líder verdaderamente experimentado que fue capaz de manejar situaciones complejas y difíciles a partir de los años en que su país estuvo de nuevo bajo la égida del capitalismo rapaz. Sabe manejar problemas complicados de forma inteligente, lo que puede o no puede, lo que debe o no debe hacer para garantizar la paz y el avance sostenido del desarrollo económico y social del país. Conoce muy bien que a su pueblo heroico y valiente debe la arrolladora victoria, por su amplia participación y casi dos tercios de los votos a su favor”. (9 noviembre)

DIJO LA SOCIEDAD CIVIL
“Respetamos la decisión de un sector de la población de apoyar con su voto al partido de gobierno, porque es un derecho ciudadano. Sin embargo, no podemos aceptar que se haya violentado el derecho ciudadano a votar en igualdad de condiciones. Reiteramos que el proceso electoral, aunque estuvo plagado de ilegalidades desde el inicio, representaba una oportunidad para resolver los problemas políticos, sociales y económicos por la vía cívica. El pueblo de Nicaragua mostró su voluntad de paz acudiendo a las urnas y defendiendo su voto a través de movilización y la denuncia pública. Pero esta voluntad fue violentada por el Presidente de la República a través de su control absoluto sobre el Consejo Supremo Electoral de facto. No reconocemos estas elecciones nacionales. La forma en que se desarrollaron fue un atropello a los nicaragüenses y ha provocado una justa indignación”. (Coordinadora Civil y otras organizaciones sociales, 7 noviembre).

DIJO SERGIO RAMÍREZ
“Hubo en estas elecciones 12 mil Juntas Receptoras de Votos, y en cerca de cuatro mil de ellas el partido oficial se quedó solo contando los votos a su gusto. Donde no había ni un solo fiscal de la oposición, el votante se enfrentaba a los directivos de la mesa electoral que son del partido oficial, o afines a él; a los fiscales del partido oficial, a los policías electorales nombrados por el Ministerio de Gobernación, es decir, por el partido oficial. Y en todas las demás estructuras, de abajo hacia arriba, estaba el partido oficial con sus mil manos y sus mil rostros, hasta llegar al Consejo Supremo Electoral, integrado todo por magistrados del partido oficial, o fieles al partido oficial. Toda una maquinaria teatral donde actores y actrices principales y secundarios, tramoyistas, teloneros, apuntadores, guionistas, libretistas, pertenecen sin excepción al partido oficial. Una gran puesta en escena. Una gran farsa…¿Ganó el comandante Daniel Ortega estas elecciones? ¿Cuánto votos sacó de verdad? ¿Cuántos votos sacó de verdad el candidato que se le oponía, Fabio Gadea Mantilla? Parece que ya nunca podremos saberlo”. (10 noviembre)

LA MUERTE DE GADDAFI
La muerte atroz del líder libio Muamar Gaddaffi ocurrió el 20 de octubre, en la recta final de las elecciones nicaragüenses. Aun cuando el candidato y Presidente Daniel Ortega había expresado en varias ocasiones, desde que iniciaron las revueltas en Libia, su total respaldo al “querido hermano” Gaddafi no hizo la más pequeña alusión a su patético final y los medios oficiales no reportaron ese epílogo de Gaddafi. Sí se refirió a su muerte el comandante de la Revolución Henry Ruiz, el día 21: “En esa muerte hay dos lecciones. Una para aquellos que construyen y levantan dinastías. Finalmente el pueblo termina reconociendo que hay que exterminarlos. Gaddafi tuvo su tiempo bueno, abusó de ese tiempo y se convirtió ahora en víctima de ese abuso. También hay otra lección y es para el pueblo: no pueden seguir permitiendo que se instaure este tipo de gobierno. Para Nicaragua es el momento de aprender la lección”. Tres días después de las elecciones del 6 de noviembre, habló el comandante de la Revolución Tomás Borge: “Daniel no tomó distancia de ese hecho (la muerte de Gaddafi). Yo creo que él fue prudente al no hablar en ese momento porque iba a ser explotado por la derecha. Incluso yo mismo no dije nada porque podía ser manipulado para el proceso electoral, pero ahora con toda transparencia digo que Gaddafi fue nuestro amigo y que murió tal como él se había comprometido, heroicamente, asesinado de una manera atroz”.

DIJO EL OBISPO DE JINOTEGA
Antes de que los obispos de Nicaragua se pronunciaran el 16 de noviembre sobre los resultados de la jornada electoral el religioso franciscano y obispo de Jinotega, Carlos Enrique Herrera, habló: “En el período postelectoral se puede percibir en el ambiente que ha habido muchas irregularidades, lo que quitó la libertad de decisión con su voto a cada ciudadano. Y hay ciudadanos que hasta perseguidos se sienten por ser de otros partidos. Se sienten la falta de libertad ciudadana, la no entrega de cédulas y el ambiente coaccionado…”. Se refirió también a la juventud: “Los jóvenes en nuestro país son fáciles de manipular y engañar. Los adultos y quienes ostentan el poder político en Nicaragua no están contribuyendo a construir una juventud sana y libre, sino una juventud esclava de sentimientos y resentimientos… Hemos estado siempre orando para que entremos en una etapa de reflexión, de madurez y de enseñarle a los jóvenes y adolescentes en Nicaragua, que son la mayoría de la población, que juntos construyamos una sociedad nueva de respeto y en libertad. Sólo así podemos construir la paz con justicia. Tenemos que defender la libertad. Es un deber nuestro y un derecho”. (13 noviembre)

DIJO JAMES PETRAS
“Aparentemente Ortega ganó de forma contundente. Es una victoria que no repite lo que pasó en los años 80, a pesar de que es la misma figura, Daniel Ortega. En este caso la victoria no es resultado de una política revolucionaria o transformadora. En gran parte la victoria de Ortega es realmente la victoria del Presidente Chávez, porque los programas sociales en Nicaragua vienen del financiamiento de Venezuela y las subvenciones petroleras y los programas sociales se han instrumentado con la construcción de nuevas casas o materiales para nuevas casas, la entrega de vacas, etc. No hay ningún cambio estructural en Nicaragua. Últimamente, Ortega ha pactado zonas francas con los maquiladores del gran capital y sigue en alianza con la derecha del corrupto Arnoldo Alemán, que se presentó como candidato… Ortega es un político de políticas de parches: parches aquí, parches allá… No debemos confundirnos: la victoria de Ortega no representa una gran victoria para la izquierda. Es una victoria más que nada del centro-derecha con apoyo de Chávez. Sin la política social de Chávez en Nicaragua yo dudo que Ortega ganara, por lo menos con ese margen”.

DIJO UNA VOTANTE
“6 de noviembre, 8.30am. Ya fui a votar, pero algo que debería ser un ejercicio rutinario se me vuelve una experiencia triste. No me cabe duda que el Danielismo va a ganar. Un buen porcentaje de la población va a votar por él y me queda bien claro por qué ese porcentaje va a votar por él. Y los entiendo. Si estuviera en su lugar seguro que también votaría por el Frente. Si no tuviera trabajo, si no tuviera recursos para asegurarle educación y salud a mis hijos, techo y comida, seguramente seria muy atractiva la promesa de que el Hambre Cero pronto va a llegar a tocar a mi puerta. Y la promesa de la educación gratuita sería muy atractiva, aunque nadie me daría para el bus, el uniforme y los libros y aunque esa educación gratuita sólo les sirva a mis hijos para medio leer. La voz de la Primera Dama seguramente me convencería de que tantos proyectos sociales te cambian la vida. Porque si yo no tuviera nada, la democracia no sería más que una palabra. Por todo eso, mi pregunta es: ¿Qué los motiva para ganar por las malas si pueden ganar por las buenas? ¿Por qué pagar a un ejército de gente malencarada para merodear las juntas de votación y llenar las juntas con tanta gente no acreditada? ¿Por qué cambiar la regla para poner los códigos en las boletas a ultima hora? ¿Que hay detrás de todo esto? ¿No les basta con la gente que vota por ellos? ¿Tienen una agenda escondida que nadie conoce?”

DIJERON LOS OBISPOS (1)
El último sector social en pronunciarse sobre las elecciones fue la Conferencia Episcopal. Lo hicieron el 16 de noviembre, al cierre de esta edición de Envío. Dicen: “Ante todo queremos manifestar nuestra admiración hacia esa gran mayoría del pueblo nicaragüense que con tanta decisión participó en este proceso electoral… Hay que decir, sin embargo, que esta determinación madura y cívica de los nicaragüenses no ha sido respetada como es propio en un sistema democrático auténtico, debido a las irregularidades que han caracterizado este proceso electoral desde el inicio… El Consejo Supremo Electoral no ha sido capaz de ejercer sus funciones con responsabilidad y honestidad, actuando con tal transparencia en el escrutinio de los votos que no permitiera ni la más mínima duda acerca del respeto a la voluntad popular…Esto ha producido lógicamente un fuerte descontento en gran parte de nuestro pueblo en relación con los resultados oficiales, los cuales no ofrecen garantía de reflejar con fidelidad la voluntad popular. De este modo, la legitimidad del proceso electoral y el respeto a la voluntad del pueblo han quedado totalmente en entredicho. Como creyentes poseemos la firme convicción de que cualquier acción deshonesta que atenta contra la soberanía del pueblo no es un simple hecho éticamente negativo, sino algo reprobable a los ojos de Dios, quien espera que las autoridades civiles sean las primeras en conocer el derecho, las primeras en respetar y hacer cumplir las exigencias de la justicia”.

DIJERON LOS OBISPOS (2)
“La incertidumbre que se ha creado en el país no debe ser motivo de desaliento. Antes bien, debe llevarnos a crecer y madurar como sociedad, reunificada alrededor de una conciencia ciudadana responsable de sus derechos y deberes y comprometida con la paz, que es fruto de la justicia. Si hay que exigir a las instituciones que cumplan con su deber y a los poderes del Estado que respondan a sus obligaciones, a través de todo tipo de manifestaciones públicas y privadas y en el marco de los derechos humanos, hay que hacerlo siempre en modo pacífico…Demandamos a las autoridades de policía y a cualquier otro grupo que se le respete al pueblo su derecho a movilizarse y a manifestarse pacíficamente…Urge recuperar el Estado de Derecho, en donde el poder está sujeto a la ley. Si no se logra esto, no habrá avance democrático en Nicaragua y se estarán repitiendo continuamente errores del pasado, que podrían conducir al país a mayores divisiones, a enfrentamientos violentos y al retroceso económico y social, con toda la carga que esta situación comporta para las familias y para cada ciudadano en particular. Es obligación de los políticos, y principalmente del gobierno, encontrar con urgencia la mejor solución legal y cívica para superar la crisis actual del país. Nicaragua necesita que todos sus hijos e hijas puedan encontrarse y convivir en una sociedad basada en la verdad, la tolerancia y la justicia, en la que todos podamos reconocernos”. (16 noviembre)

DIJO VILMA NÚÑEZ DE ESCORCIA
“No tengo palabras para calificar, en toda su dimensión, la magnitud de la tragedia a la que está llevando al pueblo de Nicaragua las ambiciones desmedidas de una persona sin escrúpulos, sin ética, sin moral como es Daniel Ortega. Aquí se ha consumado el fraude más sucio. No debemos quedarnos sólo indignados. Debemos luchar para que esta dictadura no se consolide. Me arriesgo a que esta gente del gobierno, como es ignorante del tema de los derechos humanos, malinterprete esto, pero existe en el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el reconocimiento a la rebelión: cuando todos los espacios legales se te cierran para reclamar tus derechos, la gente se ve obligada a recurrir a rebelarse, a protestar y a luchar”.

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