Envío Digital
 
Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 45 | Marzo 1985

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Nicaragua

¿Quién se rinde? Se definen los términos de la confrontación

Surgió en Nicaragua una propuesta de Diálogo Nacional público entre sectores de la oposición interna y la contrarrevolución armada.

Equipo Envío

El 6 de febrero, en el importante discurso anual sobre el estado de la Unión, el Presidente Reagan inició una desatada escalada verbal contra Nicaragua. La propia dinámica de su retórica sin precedentes le llevó a declarar por primera vez públicamente que su objetivo es "sustituir la estructura actual del gobierno sandinista".

Mientras Reagan busca y fuerza un consenso interno para su política de guerra en Centroamérica, en un mes cargado de acontecimientos Nicaragua sigue buscando la paz:

-Manteniendo la ofensiva militar en el campo de batalla,
-Ajustando toda la economía a las necesidades de la guerra de defensa,
-Lanzando iniciativas de diálogo para reconstruir la unidad nacional,
-Lanzando una nueva ofensiva de paz que revitalice a Contadora,
-Articulando un más estrecho alineamiento latinoamericano.

Frente a esta amplia ofensiva nicaragüense surgió este mes una propuesta de Diálogo Nacional que une por primera vez públicamente a sectores de la oposición interna con la contrarrevolución armada.

Reagan busca consenso interno para la guerra: la escalada verbal

"No podemos actuar como inocentes en un mundo que no es inocente. No podemos ser pasivos cuando la libertad está en estado de sitio. Sin recursos, la diplomacia no puede triunfar; nuestros programas de asistencia a la seguridad ayudan a gobiernos amigos a defenderse y ello les da la confianza de trabajar por la paz. El Congreso debe entender que dólar por dólar la asistencia a la seguridad contribuye tanto a la seguridad del mundo como a nuestro presupuesto de defensa.

Debemos mantenernos firmes con todos nuestros aliados democráticos. Y no debemos defraudar la fe de aquellos que arriesgan su vida en cada continente -desde Afganistán hasta Nicaragua-, frente a la agresión apoyada por los soviéticos y asegurar los derechos que hemos gozado desde que nacimos.

La dictadura sandinista en Nicaragua, con pleno apoyo cubano y del bloque soviético, no sólo persigue a su pueblo, a la Iglesia, y niega la libertad de prensa, sino que arma y proporciona bases para los terroristas comunistas que atacan a los estados vecinos. Apoyar a los combatientes de la libertad es actuar en defensa propia y en consonancia con las cartas de la Organización de los Estados Americanos y las Naciones Unidas. Es esencial que el Congreso continúe todas las facetas de nuestra asistencia a la América Central. Deseo colaborar con ustedes en apoyo a las fuerzas democráticas cuya lucha está vinculada a nuestra propia seguridad.


Ronald Reagan
(Discurso sobre el estado de la Unión. 6 de febrero de 1985)

A esta inusitada referencia a un país concreto en un discurso de tal naturaleza, siguió un diluvio de insultos al gobierno de Nicaragua y de elogios a los contrarrevolucionarios armados. Destacando sólo los aspectos más significativos de las declaraciones de Reagan y de Shultz, ya se hace larga la lista de declaraciones en sólo este mes. (También han hablado en el mismo sentido Bush, Weinberger, Walters, Shlaudeman y distintos voceros de la Administración).

-El 16 de febrero

Een su alocución semanal por radio, Reagan dijo que los contrarrevolucionarios eran "hermanos de los demócratas norteamericanos". Comparó sus actividades con la gesta de Simón Bolívar y la ayuda encubierta que les da la Administración con la que Lafayette dio a los patriotas norteamericanos en el XVIII.

-El 21 de febrero

En conferencia de prensa, Reagan declaró que es una "obligación moral y legal" ayudar a los contrarrevolucionarios y que su intención al hacerlo es "sustituir la estructura actual del gobierno sandinista, que es la de un estado comunista y totalitario, que no ha sido elegido por el pueblo". Esta sustitución no sería necesaria -aclaró- "si el actual gobierno se da por vencido* y permite volver al gobierno revolucionario" a los que hoy lo combaten por las armas.

-El 22 de febrero,

En conferencia en California, Shultz aclaró que a Estados Unidos le es "indiferente" cuál sea el medio por el que "cambie" el gobierno sandinista y mencionó cuatro vías: las negociaciones de Contadora, acciones unilaterales del FSLN, acuerdos del FSLN con la oposición interna o el "colapso" del régimen. Shultz aludió amenazantemente a la posibilidad de la intervención, pues si no hay cambios y si no se ayuda a la contrarrevolución, dijo, "llegará un momento en que Estados Unidos no podrá dejar de actuar" y entonces "los riesgos serán más altos y los costos mayores". Añadió que los que no quieren financiar a los contrarrevolucionarios, "empujan a Nicaragua a las tinieblas eternas de la tiranía comunista y llevan a Estados Unidos pro un camino de gran peligro".

-El 1 de marzo

En conferencia a una organización conservadora, Reagan declaró que los contrarrevolucionarios "son el equivalente moral de nuestros padres fundadores y de los hombres y mujeres valientes de la resistencia francesa", y que "la lucha en este caso no es de la izquierda contra la derecha sino del bien contra el mal".

Así transcurrió el mes, lleno de agresivas y provocativas declaraciones. Nunca hasta ahora la retórica había sido tan intensa ni nunca Estados Unidos había aparecido tan abiertamente comprometido con el internacionalmente desprestigiado proyecto contrarrevolucionarios armados. La retórica reaganiana desencadenada en 1983 contra la Unión Soviética como "imperio del mal" y apaciguada ahora en vista al nuevo intento de distensión, se ha orientado hacia Nicaragua, nuevo chivo expiatorio del irracional anticomunismo de la Administración Republicana.

Reagan a la búsqueda de consenso interno

¿Qué lleva a Reagan a esta retórica verbal contra Nicaragua, tan desproporcionada a sus reales "necesidades militares" en Nicaragua, dado que en este momento ha optado pro una lenta guerra de desgaste? ¿Por qué subir tanto el perfil de su discurso si con la aprobación o no de los famosos $14 millones, la guerra de desgaste pude continuar por muchas otras vías, como de hecho ha continuado desde hace meses? ¿Por qué todo este derroche de amenazas? En la medida en que se han multiplicado las declaraciones se multiplican también las hipótesis de interpretación.

Es alto el costo internacional que paga el Presidente mostrando tanta agresividad y maximalismo en sus juicios. Si lo paga, todo parece indicar que es porque con esta retórica y este debate lo que se trata es de resolver un problema de orden interno en la Política norteamericana.

Después de la etapa electoral y de la reelección de Reagan, la Administración se habría fijado una vez más la meta de conseguir aquel consenso monolítico respecto a la política centroamericana que no acabó de lograr el Informe Kissinger. En la primera fase de esa búsqueda de consenso interno -se cumplió el mes pasado- la Administración trató de meter en cintura a todos sus funcionarios cerrando los espacios de diálogo y de debate jurídico de Manzanillo y la Haya. Los que, incluso en altos cargos de la Administración, han sido siempre partidarios de combinar en el caso de Nicaragua el diálogo con la presión militar se verían así obligados a apoyar la única vía de solución abierta: la militar.

Estaríamos ahora asistiendo a la segunda fase de esta búsqueda de consenso interno. Una vez forzada la cohesión del Ejecutivo, se buscaría la cohesión entre el Ejecutivo y el Legislativo, tocando también el ámbito de la opinión pública. Esta fase duraría en principio y con este tono hasta el voto en el Congreso sobre la "ayuda encubierta". Según Ricardo Lugar, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, desde el Vietnam no ha habido tema que haya dividido más a ambos poderes que el de Nicaragua.

Efectivamente, Reagan ha hecho del tema de Nicaragua una especie de "test" supremo para su política exterior y para poner a prueba la cohesión y fidelidad del Legislativo a la misma. Para Nicaragua es claro que, al margen de estos problemas de orden interno suscitados por la opción reaganiana de una presidencia imperial o de un Ejecutivo fuerte, sea cual sea el resultado de la votación sobre los $14 millones, la guerra de agresión va a continuar, apoyada pro las maniobras en Honduras y con la creciente desmilitarización de Costa Rica, financiada por otras vías y fuentes y quizá complementada con presiones de orden económico.

Sin embargo, en la gran ofensiva diplomática que desde febrero ha desplegado Nicaragua, uno de los componentes básicos es la solicitud de solidaridad político-diplomático para ejercer presión sobre el Congreso con el fin de que no apruebe más ayuda para los contrarrevolucionarios. Y es que la falta de consenso interno en el gobierno de Estados Unidos favorece la paz en Nicaragua. Algunas brechas se han abierto ya en este pretendido consenso y quizá queden abiertas por mucho tiempo. La campaña internacional de presión sobre el Congreso está teniendo una creciente fuerza.

El Canciller de Nicaragua, P. D'Escoto, ha manifestado recientemente que, a pesar de tantas señales de agresividad, no puede olvidarse que hay también señales que muestran que la fuerza de la realidad y de la verdad van ganando terreno en Estados Unidos y que en este nuevo mandato republicano hay cada veza más políticos que desde el pragmatismo ven llegada ya la hora de alcanzar un "modus vivendi" con Nicaragua.

La retórica agresiva de la Administración y el propósito del Ejecutivo de embarcar al Legislativo en su política agresiva están produciendo efectos contrarios a los deseados: desgaste y desunión. Con toda probabilidad esto provocará un retraso en el voto del Congreso sobre los $14 millones. Reagan necesita ganar tiempo para articular una ofensiva política que prestigie y unifique a los líderes políticos de la oposición nicaragüense que justifique la continuación de la ayuda. Lo necesita también para -si es rechazada la ayuda encubierta- cohesionar al Congreso tras un nuevo paquete de medidas de presión.

Este podría contener la perduración de la ayuda a la contrarrevolución a través de incuestionadas maniobras en Honduras, nuevas formas de apoyo a través de canales "humanitarios", algunas medidas de presión económica que irían "in crescendo" e incluso algunos pasos para la legitimación jurídica de la contrarrevolución armada.


Nicaragua sigue buscando la paz

manteniendo la ofensiva militar en el campo de batalla

La guerra de defensa continúa. Los datos militares más destacados en este mes fueron:

-En febrero los contrarrevolucionarios tuvieron 245 bajas (166 muertos) en 82 combates.

-El 7 de febrero el Ministro de Defensa, Comandante Humberto Ortega, presentó un informe al Gabinete en el que se refirió a nuevos reclutamientos de jóvenes para el servicio militar que se llevarían a cabo a lo largo del primer semestre de este año y al reclutamiento para el servicio militar de reserva (25-30 Años), que comenzará a implementarse en el segundo semestre. el aumento de efectivos está en relación con la envergadura de la ofensiva prevista para golpear estratégicamente a los contrarrevolucionarios en 1985.

Continuaron en Honduras las maniobras militares "Pino Grande III". en la fase "Escorpión", iniciada el 11 de febrero y que se prolongara hasta el 13 de abril, se ha producido la mayor concentración en un solo punto de fuerzas norteamericanas especializadas de todas las que se habían dado hasta ahora en este tipo de maniobras. Son 4.500 los soldados estadounidenses que están operando a solo 12 kms. de la frontera con Nicaragua por la zona de Chinandega, en el noroeste del país. (Hay que señalar como novedad de interés que el tema de las maniobras está produciendo en Honduras una creciente unidad opositora que abarca a amplios sectores de la opinión pública, a todos los partidos políticos, incluido el PLN en el gobierno, y ahora a un sector del ejército hondureño).

La guerra sigue. Es el problema número uno del país. En este mes y en repetidas ocasiones el Presidente Ortega ha insistido en el hecho de que Nicaragua es realmente un país no-alineado, que no forma parte de ningún pacto militar del Este o del Oeste y que, por esto, toda la defensa del país descansa únicamente en los propios nicaragüenses. Fortalecer la defensa militar en el campo de batalla es en estos momentos para Nicaragua la pieza clave de una política más amplia que busca ganar la paz con dignidad en el campo de cualquier negociación.

Ajustando la economía a las necesidades de la guerra de defensa

Este mes se hizo público y comenzó a implementarse el paquete de nuevas medidas económicas, esperadas con expectación desde hace algunas semanas y de cuyas líneas generales hemos venido hablando en anteriores números de envío. En opinión de algunos analistas económicos se trata de un plan totalmente coherente con al realidad del país y con las urgencias impuesta por la guerra de agresión pero tiene la desventaja de llegar con cierto retraso y de no tener suficientemente previstas las respuestas para afrontar los costos políticos de las duras medidas propuestas. Hay que insistir en que aunque la presentación de la política económica hecha este mes ha sido global, su aplicación será gradual a lo largo de todo este año.

El 8 de febrero la Dirección Nacional del FSLN anunció con gran solemnidad el importante giro en la política y su sentido en estos duros momentos de guerra de agresión. Pro primera vez se trata en el plan de integrar toda la economía en la defensa. pro primera vez también este plan económico -a diferencia de los anteriores- fue precedido de una discusión que duró más de un año entre el gobierno revolucionario de Nicaragua, heredera del subdesarrollo y del somocismo, golpeada por la crisis internacional y por la guerra de agresión dirigida desde el gobierno en estos 5 años con algunas incoherencias, no se puede seguir concibiendo como una economía de desarrollo limitado por la guerra sino como una economía de defensa en función de la guerra. El cambio de óptica es básico, el giro es estratégico.

En 1985 la quinta parte de la fuerza de trabajo de Nicaragua está dedicada a las tareas de la defensa, el 40% del presupuesto se destina a cubrir las diversas necesidades de la defensa y el 35% del PIB será absorbido por la actividad militar.

A garantizar la defensa, a elevar la productividad del país y a proteger el salario real de los trabajadores productivos se dirige fundamentalmente la nueva política económica, que ya comenzó a implementarse este mes. Garantizar la defensa, ganar la guerra y conseguir la paz, para posibilitar el desarrollo, que hoy es necesario postergar pro escasez de recursos. Elevar la productividad para posibilitar en el futuro una mayor igualdad social (para poder obtener distribuir igualitariamente hay que tener más que distribuir). Finalmente, los sectores populares privilegiadas en la nueva política económica son los productivos, los trabajadores asalariados y las empresas eficientes, sea cual sea su régimen de propiedad. Los sectores populares dedicados al comercio informal -especialmente en Managua- pueden sufrir mucho con la nueva política. Se trata de alentarlos por diversos medios da incorporarse o a reincorporarse a la actividad productiva en el campo o la ciudad, en la que existen muchas oportunidades de empleo y escasez de mano de obra.

Hay que señalar, finalmente, que el anuncio de medidas como éstas, que en otros países han provocado motines, choques con la policía con balance de presos, heridos e incluso muertos, en Nicaragua han sido recibidas con paciencia, sin represión y sin alteraciones del orden público.

También se anunciaron este mes los 5 tipos de cambio que tendrá el córdoba con respecto al dólar y que implican la devaluación de la moneda nacional. Entre el anterior cambio de 10 córdobas por 1 dólar, que se mantiene vigente para el pago de la deuda externa ya contratada y el cambio de 50 por 1 que se aplicaría a viajes, donaciones, etc. hay equivalencias de 20, 28, y 40 por 1. También se estableció que habría casas de cambio con mercado libre para el dólar, según la oferta y la demanda. La escasez de divisas encontrará algún remedio con los nuevos tipos de cambio.

También comenzó a implementarse este mes la nueva política fiscal que cuenta con tres nuevos impuestos: 1) el impuesto sobre la ganancia de capital, 2) el impuesto general del valor y 3) el impuesto sobre la renta presuntiva. Este último es el que ha causado más revuelo entre los profesionales y comerciantes habituados a burlar al fisco. Más que un nuevo impuesto, se trata de un nuevo método fiscal, que se aplica en otros países en los que, por diversas razones, hay debilidades en las posibilidades de control fiscal sobre las ganancias de muchas profesiones (médicos, abogados, notarios...). Después de la declaración del profesional, el Estado si no esta conformes, les "presume" una determinada ganancia y el impuesto ha de ser pagado sobre esa presunción., cabiendo la posibilidad de rechazar la misma y someterse a la auditoría del Estado, aunque no es previsible esta reacción en Nicaragua. Con estos 3 nuevos impuestos el Estado espera captar anualmente 2.500 millones de córdobas (equivalente al presupuesto total de Ministerio de Salud).

Por el contenido objetivo de algunas de las medidas del paquete económico, algunos sectores de la derecha y de la ultraizquierda han comparado la nueva política económica del gobierno sandinista con la que el Fondo Monetario Internacional suele imponer en otros países latinoamericanos. Por la importancia del tema y también para una comprensión más global del giro económico del gobierno revolucionario que tanto marcará la coyuntura de los próximos meses, adjuntamos al final de este análisis un anexo comparativo que puede ser de utilidad para nuestros lectores.

Después del anuncio oficial de la nueva política económica se han multiplicado los intentos de explicación del porqué de la misma. Discursos de los máximos dirigentes revolucionarios, reuniones barriales, entrevistas sobre temas parciales divulgadas en los medios de comunicación, tiras cómicas en el periódico... El proceso de divulgación continúa, con distintos niveles de creatividad y eficacia. La fuerte alza de los precios de los productos básicos del costo de la vida en general ha golpeado fuertemente a toda la población, especialmente a las clases populares. Un amplio sector de la clase popular -el dedicado al comercio informal- está doblemente golpeado, pues la nueva política económica privilegia claramente al sector productivo y tiende a ejercer un mayor control a través de los impuestos.

Los recursos son menores y los pocos que hay se van a destinar en mayor cantidad a la defensa. De muy distintas maneras el gobierno revolucionario ha reconocido ante el pueblo que, de momento, nada tiene que dar a los trabajadores que no sea el incorporarlos cada vez más conscientemente a un proyecto de desarrollo y de felicidad que será para sus hijos, que tiene un horizonte de largo plazo y que hoy, a corto y mediano plazo, requiere de grandes sacrificios y de gran generosidad. Sobre ese realismo, el gobierno revolucionario espera lograr una coherente y probada unidad nacional capaz de ganar la paz.


Lanzando iniciativas de diálogo para reconstruir la unidad nacional

En el marco de las nuevas comunidades económicas, centradas en la búsqueda del aumento de la productividad del país, el gobierno revolucionario lanzó este mes una importante iniciativa del diálogo para la reconstrucción de la unidad nacional. En momentos en que cambia fundamentalmente la estrategia económica y en que es urgente unir producción y defensa, el gobierno buscó como interlocutores a todos los responsables de la producción nacional.

El 16 de febrero el Presidente de la República y el gabinete en pleno escucharon y evaluaron durante 4 horas y media las inquietudes, quejas, propuestas y opiniones de más de 400 productores privados de todo el país. Al importante encuentro asistió la cúpula del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), dirigentes sindicales sandinista y opositores y una amplia y representativa gama de pequeños, medianos y grandes productores de todas las tendencias. Uno de los aspectos más novedosos del encuentro fue su transmisión por radio y TV. El nivel de crítica a la política económica del gobierno en esto 5 años por parte de algunos productores privados fue notable. Predomino la madurez tanto en al exposición como en la recepción de las críticas. También prevaleció en casi todos los productores que pudieron expresarse públicamente una actitud patriótica al enfocar la urgencia de elevar la producción del país y de detener la guerra.

El gobierno mantuvo una actividad abierta, flexible ante los planteamientos de los productores y muy firme en la transmisión de un mensaje central, dirigido a los grandes empresarios opositores: la revolución que los desplazó de la oportunidad de tener el poder político y de controlar el poder económico es un hecho histórico ya irreversible y que ellos deben aceptar. Esa revolución, sin embargo, no pretende desplazarlos de la actividad productiva y les da oportunidad de trabajar y de obtener beneficios.

El COSEP -que tenazmente se ha negado a aceptar esa realidad histórica- manifestó su beligerancia condicionando futuros diálogos sectoriales y negociaciones con el gobierno a 5 puntos: 1) devoluciones de algunas propiedades confiscadas; 2) negociaciones salariales que incluyan al empleador, al empleado y a todas las centrales sindicales; 3) derogación de leyes retroactivas que afectan a la propiedad privada; 4) libertad de prensa y 5) diálogo que incluya a los contrarrevolucionarios armados. Excepto en el último punto hubo flexibilidad por parte del gobierno para encontrar salidas razonables a todas esas demandas.

En el debate, la empresa privada apareció poco cohesionada políticamente, más interesada por la resolución de los particulares problemas económicos de cada sector productivo que por presentar un frente común de oposición o reivindicación. Lo que más pareció estarla uniendo en estos momentos es una actitud que puede calificarse como patriótica y de clase y que se traduce fundamentalmente por dos opciones: 1) no querer abandonar el país sino producir para él y 2) querer producir como sector privado con suficientes privilegios y obtener la seguridad de que podrán seguir haciéndolo así siempre. El debate sobre le futuro de la economía mixta estuvo de fondo en todo el encuentro que, en genera, complació a los grandes empresarios privados.

La UNAG (Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos), que agrupa ya a 50 mil pequeños y medianos productores de todo el país se manifestó como un organismo vivo y con los planteamientos más realistas. Su creciente consolidación le está constituyendo cada vez más en el interlocutor más cualificado entre el gobierno y los productores privados.

Es difícil resumir los contenidos del rico debate ideológico del 16 de febrero. El encuentro puede ser considerado como un importante acontecimiento político, que no había tenido lugar con estas características en casi 6 años de revolución. En la medida en que logren concertarse suficientes encuentros similares entre el gobierno y los sectores productivos específicos -ya se han iniciado algunos- que pueden llevar a compromisos mutuos podrá medirse con más exactitud la trascendencia de esta iniciativa de dialogo y paz.

Inicialmente , tal fue el impacto, la oportunidad y el previsible éxito del camino al que apunta esta iniciativa que le día 22 la Coordinadora Democrática Nicaragüense (CDN), que vincula partidos políticos y centrales sindicales al COSEP, hizo público, pro medio de su presidente, el socialcristiano Eduardo Rivas Gasteazoro, un documento sorprendente. En el se desestima este diálogo con los productores y cualquier diálogo sectorial que lo continúe. También son minusvalorados diálogos internacionales como Manzanillo o Contadora e incluso el diálogo Jerarquía-Estado iniciado en diciembre. A cambio de todas estas instancias la CDN propone una nueva instancia de Diálogo Nacional que deberá ser convocado, garantizado y coordinado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua.

El maximalismo del documento hizo que se le considerara poco serio y tuviera escaso eco. Pero desde ese día y hasta el momento de cerrar este artículo, con creciente impulso y una articulación internacional más estudiada, se ha visto emerger como eje clave de la oposición al proyecto revolucionario en estos delicados momentos la propuesta de ese Diálogo Nacional. (Volveremos a esta propuesta al final de este análisis).

Lanzando una nueva ofensiva de paz que revitalice a Contadora

Desde le mismo inicio del mandato del Presidente Ortega el pasado 10 de enero el gobierno de Nicaragua ha ido articulando una amplia y creativa ofensiva diplomática en favor de la paz. Según el Canciller de Nicaragua es la mayor de todas las lanzadas hasta ahora desde el comienzo de la revolución. También hace énfasis el P. D'Escoto en el hecho de que reclamando el derecho a la autodeterminación de las naciones por pequeñas que sean y el respeto a las leyes internacionales que lo protegen de injerencias de otros países pro grandes que sean, Nicaragua no habla sólo por la supervivencia de su proyecto sino por el futuro del de otros procesos de liberación de pequeños países del Tercer Mundo.

En esta ofensiva de paz se dieron este mes importantes pasos. Eran necesarios dada la crisis en que cayó Contadora. Resulta una simplificación interpretar las nuevas propuestas nicaragüenses solo en relación con el voto de los $14 millones en el Congreso. Deben de ser entendidas en el marco más amplio de la vida misma del proceso de Contadora. Para los días 14 y 15 de febrero estaba programada en Panamá una importante reunión de Contadora con la asistencia de los cinco plenipotenciarios centroamericanos.

Se vería en esta reunión el resultado final en el que ha quedado la debatida Acta revisada del 7 de septiembre, aceptada por Nicaragua y cuestionada y modificada por Honduras, El Salvador y Costa Rica según presiones y orientaciones norteamericanas.

La reunión no se celebró. A Honduras, El Salvador y a Costa Rica -y también a los Estados Unidos- no les interesaba que se celebrara en este momento porque Contadora, en difícil equilibrio, parecía mantenerse firme en su posición de no aceptar modificaciones sustanciales al Acta como las propuestas por los 3 países centroamericanos. Entonces, Costa Rica, apoyada por Honduras, boicoteo la reunión negándose a asistir a causa del conflicto diplomático creado por la detención en Nicaragua del joven Urbina Lara, desertor del servicio militar que estuvo bajo protección diplomática en la embajada de Costa Rica en Managua. Aun cuando este hecho conflictivo de tipo bilateral contenía entidad para convertirse en obstáculo de fondo en una negociación multilateral como la planteada por Contadora y aun cuando internacionalmente Costa Rica no fue apoyada en su posición, el pretexto que esgrimió sí tuvo el efecto de paralizar a Contadora, creando con eso un peligroso precedente e iniciando una peligrosa dinámica de chantajes y presiones.

Desde diciembre y en diversas declaraciones de dirigentes revolucionarios, Nicaragua había insistido con firmeza en que Urbina no sería nunca entregado a Costa Rica ni a otro país sino que cumpliría la sanción que le impusiera el tribunal que le juzgaba como desertor del ejército. Sin embargo, visto el éxito del pretexto costarricense, del que todos se lamentaron pero frente al que todos -incluso Contadora- se declararon en la práctica impotentes, Nicaragua cedió. Y como muestra de flexibilidad, de voluntad de paz y para hacer algo concreto que des-paralizara a Contadora anunció el día 2 que entregaría a Urbina. De hecho, lo entregó el día 5 al embajador de Colombia en Managua.

Se quitó así a Costa rica el pretexto y se quitó también el falso y reiterado argumento de que es Nicaragua quien obstaculiza a Contadora con su intransigencia. Pero Contadora no sólo necesita poder seguir caminando sino que necesita poder hacerlo en una dirección correcta, en el rumbo de los acuerdos fundamentales de su propuesta de paz.

Y aquí está el nudo de la cuestión. Lo esencial del Acta de Paz, lo fundamental de la propuesta de mediación de Contadora, lo que hace a Contadora básicamente inaceptable para Estados Unidos es el triple compromiso en el área de acuerdos de seguridad sobre armamentos, bases y maniobras y asesores militares extranjeros* en el área.

Es conveniente recordar que el Acta del 7 de septiembre tiene propuestas radicales en este sentido:

-Sobre armamentos propone:

"Detener la carrera armamentista e iniciar de inmediato negociaciones sobre el control y reducción del inventario actual de armamento y sobre el número de efectivos en armas".

-Sobre maniobras propone:

"Proscribir la realización de maniobras militares internacionales en sus respectivos territorios".

-Sobre asesores militares propone:

" Establecer un calendario de retiro gradual con miras a la eliminación de los asesores militares extranjeros y de otros elementos foráneos, que incluya el retiro inmediato de aquellos asesores que desempeñen funciones en las áreas operativas y de adiestramiento."

En estos 3 puntos -y también en otros muchos más- las modificaciones propuestas por Honduras, El Salvador y Costa Rica son sustanciales:

-Sobre armamentos

Piden negociaciones no sobre le control y reducción del inventario actual del armamento y sobre el numero de efectivos en armas sino sobre el establecimiento de limites máximos de armamentos y números de efectivos en armas, que cada país establecería por si mismo, unilateralmente. Esto implicaría, por ejemplo, la legitimación de la militarización de Costa Rica -ya en marcha- y el crecimiento de la militarización en los restantes países centroamericanos según su criterio y frente a cuyos resultados Nicaragua estaría en notable desventaja.

-Sobre maniobras

Sse elimina su radical proscripción y se incluye el tema en otro punto menos específico con lo que, en la práctica, las maniobras podrían seguir desarrollándose en Honduras, como hasta ahora y, más aún, quedarían de alguna forma legitimadas jurídicamente.

-Sobre asesores

Militares se eliminan el retiro inmediato de los asesores señalados, con lo que éstas podrían seguir operando activamente, por ejemplo, en la guerra de El Salvador. También seguirían actuando en Honduras y a través de las bases hondureñas, en la guerra encubierta contra Nicaragua.**

Es sobre estos puntos, esenciales en Contadora, los que de cumplirse en su radicalidad harían avanzar realmente la paz regional, sobre los que Nicaragua ha querido llamar la atención al hacer el 27 de febrero una nueva propuesta unilateral en búsqueda de la paz.

-Sobre armamentos

Nicaragua declara una moratoria indefinida, en la adquisición de nuevos sistemas de armas así como de aquellos aviones de intercepción requeridos para el completamiento del actual sistema antiaéreo del país.

Además Nicaragua invita a líderes del Congreso norteamericano para que una Delegación del Congreso visite nuestro país, si lo estiman convincente, y valores sobre el terreno el carácter defensivo de las fuerzas armadas y medios de defensa de nuestro país.

-Sobre asesores

Nicaragua renunciará a la cooperación de 100 instructores militares de nacionalidad cubana. Los primeros 50 de esos instructores regresarían a Cuba en el transcurso del mes de mayo de 1985.

Desde octubre de 1983, cuando Nicaragua elaboró sus Propuestas de Paz, el gobierno revolucionario había manifestado su disposición a la moratoria de armamentos, a la salida inmediata de los asesores extranjeros y a la proscripción total de bases y maniobras. Todo esto lo aceptaba dentro del marco de una negociación multilateral en la que los restantes países del área y los Estados Unidos se comprometieran a lo mismo. La novedad del paso dado este mes es que el compromiso es asumido unilateralmente.

En diferentes declaraciones hechas en Montevideo y Managua para enmarcar el sentido de esta propuesta de paz, el Presidente Ortega formuló importantes precisiones sobre la misma., Nicaragua no tiene un sólo avión de combate y tiene real necesidad de aviones de intercepción para enfrentar la infiltración contrarrevolucionaria. La moratoria asumida unilateralmente congela su adquisición y la de cualquier otro tipo de armamento, aun cuando éste fuera defensivo. Precisó que el armamento adquirido hasta ahora por Nicaragua no ha supuesto ningún gasto al país, pues no se ha pagado ni en córdobas, ni en dólares y es fruto de donaciones.

También aseguró categóricamente, frente a la irresponsabilidad afirmación norteamericana de que los 100 asesores serían apenas el 1% del total, que el número de instructores militares cubanos en Nicaragua no pasa de 800 y que éstos, sumados a los cooperantes cubanos -médicos, técnicos, constructores, etc-. no llegan a la cifra de 1.500. Es la primera vez que Nicaragua da estas cifras. Señaló Ortega que los servicios de inteligencia norteamericanos saben perfectamente que éstas son las cifras reales y que, en cualquier caso, tienen medios para comprobarlo.

Hay que señalar que la invitación a la delegación del Congreso norteamericano para que compruebe, con total libertad y en los sitios que elija, el carácter defensivo del armamento nicaragüense, fue cursada inicialmente a través de la delegación de 5 obispos norteamericanos que, encabezados pro el Arzobispo de New York, John O'Connor y con la participación del Cardenal de Chicago, Joseph Bernardin, visitó Nicaragua entre el 24 y el 27 de febrero, dando con esto una muestra de la confianza que pone el gobierno nicaragüense con la solidaridad de todos los que están en Norteamérica claman hoy por la paz a través de una solución negociada, como es el caso de los obispos de Estados Unidos, que vienen manifestándose desde hace mucho tiempo en este sentido. También en Nicaragua expresaron pública y privadamente esta posición.

El día 5 de marzo el gobierno de Cuba ratificó la decisión nicaragüense respecto a la salida en mayo de 100 asesores militares, fuera cual fuera el resultado del voto en el Congreso; reiteró su apoyo a Contadora y se reservó el derecho de seguir dando cooperación de todo tipo -incluida la militar y la de seguridad- a Nicaragua siempre que ésta se lo solicite a Cuba.

Mas medidas de las que hemos tomado no podemos tomar. Ahora lo que toca es volver al diálogo. este ha sido un esfuerzo extraordinario pro parte de Nicaragua y no se nos puede pedir mas, dijo el Presidente Ortega, al regresar de Montevideo y evaluar las positivas reacciones internacionales que había producido la iniciativa Nicaragua para salir del "impasse" actual. Estados Unidos restó importancia a la propuesta o hizo abierta burla de ella, expresando con eso que carece de un a respuesta coherente y convincente para enfrentar la flexible actitud de Nicaragua que, como en anteriores ocasiones, vuelve a dejarlos desconcertados.


Un importante paso dio Contadora cuando evolucionó del concepto de "potencias transhemisféricas" al de "potencias extranjeras". En el primer concepto los Estados Unidos no están incluidos; en el segundo sí.

Hay que señalar que las leyes militares estadounidenses sólo "registran" aun asesor o a otro efectivo militar en una base extrajera cuando pasa en ella 180 días seguidos. Si pasa 179 días, sale del país y regresa, nunca aparecerá "registrado". Esta táctica jurídica, usada en Vietnam para reducir así públicamente el número de efectivos o asesores estadounidenses, se está empleando desde hace tiempo en el Salvador, donde sólo operan "oficialmente" 55 asesores norteamericanos. Todos los restantes son rotativos, pues se procura que no cumplan nuca los 180 días legales. Idéntica táctica se está usando también en Costa rica, en donde oficialmente no hay un solo asesor norteamericano pero en donde están operando y entrenando pilotos y paracaidistas y otros efectivos que, por su estancia -que nunca llega a los 180 días prefijados-, jamás quedan registrados.

Articulando un más estrecho alineamiento latinoamericano

Las nuevas propuestas de paz nicaragüense destinadas a revitalizar a Contadora y a provocar la reanudación de las conversaciones con Estados Unidos en Manzanillo -complemento esencial de Contadora- fueron precedidas por una ofensiva diplomático europea que entre el 5 y el 18 de febrero llevó a cabo el Vicepresidente Sergio Ramírez en Gran Bretaña, Irlanda, Francia y España. El objetivo de la gira no era otro que reforzar el apoyo internacional a la opción de Contadora y medir más de cerca el espacio que hay para que los aliados europeos de Estados Unidos cuestionen la política centroamericana de Reagan. Este espacio existe y Nicaragua quiere aprovecharlo.

Pero las propuestas de paz se dieron, dentro de una ofensiva diplomática destinada a articular y a consolidar el alineamiento latinoamericano de Nicaragua.

La crítica situación económica por la que atraviesan los países latinoamericanos, agravada por una asfixiante e impagable deuda externa; la crisis de las dictaduras militares en el Cono Sur, con los cambios políticos allí ocurridos; los ecos aun vivos del error norteamericano en la crisis de las malvinas; la misma existencia de una iniciativa de la naturaleza de Contadora, han contribuido a ir configurando una conciencia nueva de unidad latinoamericana. Cuando nació al revolución cubana nada de esto existía y Cuba pudo ser aislada por los Estados Unidos del resto de América Latina. Ahora, con una nueva correlación de fuerzas, en la que el nacionalismo latinoamericano puede dinamizar importantes actitudes políticas de apertura aun en gobiernos simplemente reformistas, Nicaragua busca definir su no-alineamiento en un marco latinoamericano. Para no ser aislada y para que Contadora y la paz sean menos vulnerables. Así lo explicitó el Comandante Daniel Ortega en su dialogo con los productores privados el 16 de febrero:

"Nosotros no somos parte de ningún pacto militar, no somos parte del Tratado de Varsovia, muchos menos de la OTAN. Nuestra defensa descansa en nosotros los nicaragüenses. En el respaldo moral de América Latina; ahí estamos poniendo nuestra seguridad".

Este aspecto básico de la revolución nicaragüense, su vocación boliviana y su claro alineamiento latinoamericanista, fue uno de los ejes del importantísimo discurso pronunciado por el Comandante Bayardo Arce el 20 de febrero al clausurar el I Congreso sobre el Pensamiento Antiimperialista, con el que se cerraron en Managua las celebraciones del 50 aniversario del asesinato de Sandino. El discurso replanteó también la definición de la revolución sandinista como encrucijada de tres corrientes: nacionalismo emergente en el Tercer Mundo, cristianismo latinoamericano post-Medellín y marxismo antidogmático y no doctrinario. Reafirmó también el triple carácter de la revolución -economía mixta, pluralismo político y no-alineamiento-, elevando la democracia participativa a la categoría de cuarta característica del sandinismo.

Las buenas y nuevas relaciones de Nicaragua con al Argentina de Alfonsín y ahora con Uruguay de Sanguinetti, las relaciones que en la misma línea desea establecer el gobierno revolucionario con el Brasil de Neves, buscan dar fuerza, impulso y protección a la propuesta latinoamericana de contadora y unir al mayor numero de países del continente en torno al principio básico de la autodeterminación y la no-intervención. En el conflictivo terreno centroamericano merecen atención, en este mismo sentido, las iniciativas que en cuanto a relaciones comerciales y aduaneras mantiene Nicaragua con Guatemala, el país del área que ha mostrado más independencia de la política de Estados Unidos desde que se inició el conflicto regional.

La alegre ciudad de Montevideo el 1 de marzo, cuando quedaba atrás la larga y trágica dictadura militar, fue le marco elegido por Nicaragua para mostrar una vez más de un modo solemne su vocación de alineamiento latinoamericano y la propuesta de dignidad nacional que encierra su proyecto revolucionario. El pueblo uruguayo captó el mensaje y le sirvió de excelente caja de resonancia. Políticos europeos y latinoamericanos tuvieron ocasión de presenciar esta realidad en Uruguay. En ese marco de fiesta y de solidaridad el Presidente Ortega presentó las nuevas propuestas de paz de Nicaragua. Era imposible que en ese escenario de júbilo latinoamericano y de consignas anti-imperialistas George Shultz se negara a dialogar con Daniel Ortega. Lo hizo durante casi una hora, invitado a este dialogo por el propio Sanguinetti.

Ortega declaró después que Nicaragua no le dijo nada nuevo a Estados Unidos. Hicimos planteamientos ya conocidos, destacando que lo nuevo, fue el hecho de la reunión misma, aunque reconoció que hay en los Estados Unidos una actitud "cerrada" a la pronta reanudación de las conversaciones de Manzanillo.

Frente a la nueva propuesta de paz de Nicaragua, articulada sobre los temas de seguridad, que son los sustanciales en el proyecto de Contadora, y que ha tenido una muy buena recepción en todos los países, empezado pro las cuatro naciones de Contadora, Estados Unidos, al igual que cuando Nicaragua decidió firmar del Acta de Contadora del 7 de septiembre, no ha sabido reaccionar rápidamente.

Todo indica que su respuesta necesita aun de más tiempo para articularse eficazmente con la actual guerra de desgaste y que se concretará en nuevas presiones políticas y económicas, valiéndose para esto de sectores de la posición interna nicaragüense y de los dirigentes políticos de la contrarrevolución armada. Aunque las propuestas de paz de Nicaragua no detienen la guerra de agresión, sí ponen cada vez más claramente de manifiesto ante el mundo la voluntad de guerra del gobierno norteamericano. El citado discurso del Comandante Arce señala precisamente que asistimos a la confrontación entre la intolerante política internacional de guerra del nuevo monroísmo de la Administración Reagan y la política internacional sandinista en línea con la herencia bolivariana.

Nicaragua confía en que, combinando la importante ofensiva militar ya iniciada con aun hábil reconstrucción de la unidad nacional en torno a la producción y con una sostenida ofensiva diplomática que desenmascare a Reagan y haga emerger la sensatez política y el nacionalismo latinoamericano, la confrontación que se resolverá a favor de Nicaragua y será el gobierno de Estados Unidos quien tendrá que darse por vencido, pedir cacao y aceptar el hecho irreversible de la revolución sandinista.


Oposición y contrarrevolución buscan un diálogo nacional

No podemos terminar la síntesis de los densos acontecimientos de este mes y de sus principales líneas de interpretación sin hacer mención a la propuesta de diálogo Nacional sobre la que ha empezado a presionar la oposición interna extra-parlamentaria y la contrarrevolución armada, en clara articulación con futuros planes de la Administración Reagan.

Ya hicimos mención del documento de la Coordinadora Democrática Nicaragüense del 22 de febrero desvalorizando cualquier iniciativa de dialogo que no fuera un Dialogo Nacional convocado por al Conferencia Episcopal. El estancamiento en que estaba Contadora en esos momentos daba un cierto aire a la propuesta. En coincidencia con estas fechas y esta situación de crisis de Contadora los obispos centroamericanos del SEDAC, reunidos en Tegucigalpa par estudiar el tema de los refugiados, se había expresado así, pro boca de su secretario, el salvadoreño Mons. Rosa Chávez: "Creemos que las gestiones de Contadora no deben fracasar, peor en el supuesto de que así suceda, es posible que a través del CELAM la Iglesia medie en la crisis centroamericana".

Esta declaración alentó en Nicaragua los planteamientos de la Coordinadora. Luis Rivas Leiva, del PSD, minúsculo partido de la CDN, hizo varias declaraciones que La Prensa destacó como noticias de primera plana en el sentido del necesario diálogo. En una de ellas Rivas Leiva hablaba d el doble diálogo que puede resolver la crisis nicaragüense: gobierno sandinista-Estados Unidos y gobierno sandinista-partidos políticos. Rivas Leiva llamaba a que le Diálogo Nacional se celebraba ante garantes internacionales, tuviera como duración máxima 30 días y fuera coordinado por la Conferencia Episcopal.

En apoyo a la convocatoria de un Dialogo Nacional -sin precisar su naturaleza y sin dirigirse a los obispos- también hizo varias declaraciones en "La Prensa" Virgilio Godoy, del PLI y, en menor media, el Partido Comunista de Nicaragua (PC de N). Todos coinciden en decir que el problema de Nicaragua es político y de be resolverse con un dialogo político, desestimando así el dialogo económicos iniciado entre el gobierno y los productores.

La correlación de fuerzas políticas internas que se ha ido configurando tras las elecciones y que se ha manifestado públicamente en los debates que hayan tenido ya lugar en la Asamblea Nacional muestra que le PLI es el partido con mayor beligerancia opositora. Y en el, Virgilio Godoy y sus más incondicionales entre los 9 representantes que tienen los liberales en al Asamblea. El PLI, a su vez, intenta vanguardizar las actitudes opositoras, reivindicadoras de cuotas de poder, de dos de los tres partidos de minoritarios de izquierda: socialistas y comunistas (2 representantes cada uno) y busca también alianzas con el PPSC (6 representantes). Sin embargo, a la par que se muestra esta tendencia unificadora se aprecian las dificultades que habría para lograr una unidad, que no sea ocasional, entre grupos tan heterogéneos.

Respecto a la propuesta del Diálogo Nacional y a otras posturas opositoras, Virgilio Godoy esta siendo claramente l hombre-enlace entre la oposición extraparlamentaria (CDN) y la oposición parlamentaria, que lidera.

Pero esta propuesta de Diálogo Nacional surgida en el interior de la oposición nicaragüense no tuvo sin embargo una interpretación correcta y completa hasta que el día 2 de marzo, en San José (Costa Rica), los grupos armados FDN, MISURA y ARDE, a través de sus máximos líderes Adolfo Calero, Steadman Fagoth y Alfonso Robelo, encabezados por Arturo Cruz, ex-candidato presidencial de la CDN y seguidos por otros connotados contrarrevolucionarios -junto a ellos aparecía el ex-codirector de "La Prensa", Pedro Joaquín Chamorro, jr., del PSD, firmaron un documento exigiendo el Diálogo Nacional en forma de ultimátum lanzado contra el gobierno nicaragüense. (No firmó el grupo de Edén Pastora ni MISURASATA de Brooklyn Rivera).

El documento define así el panorama político de Nicaragua: "Hay dos tendencias política en Nicaragua, la totalitaria, que por ahora ha aceptado al FSLN como su vanguardia y la Democrática, que a su vez se subdivide en organizaciones armadas y en organizaciones civiles". El diálogo -dicen- deben darse entre estas dos tendencias políticas.

En la propuesta contrarrevolucionaria corresponde a la Conferencia Episcopal convocar, legalizar y coordinar el Diálogo, determinar el número de delegados de las dos tendencias, solicitar a los gobiernos centroamericanos su participación en el diálogo como garantes de los acuerdos a que se llegue y establecer la agenda definitiva del diálogo. los firmantes instan a la Conferencia a incluir en esta agenda algunos temas: disolución de la Asamblea Nacional, convocatoria a un plebiscito sobre nuevas elecciones presidenciales, nueva ley electoral, etc.

El documento contrarrevolucionario se adhiere a la propuesta de la Coordinadora, la retoma y señala: el diálogo deberá iniciarse a más tardar el día 20 de marzo de 1985, siendo esta fecha impostergable. Si el día 20 de abril de 1985 el dialogo nacional no se ha iniciado ni ha avanzado en forma evidente y sustancial, será suspendida definitivamente pro la resistencia nicaragüense, dando con ello por terminadas las posibilidades de un acuerdo pacífico a la crisis nacional".

A la par que Nicaragua se conocía el documento contrarrevolucionario se daba también a conocer que, según las informaciones de las mismas radios de la contrarrevolución en Honduras, el 2 de febrero Arturo Cruz había estado en un campamento hondureño de la FDN, en donde había sido recibido pro el ex-Coronel de la Guardia Nacional Enrique Bermúdez y pro Adolfo Calero, quien explicó a la tropa armada que el distinguido visitante venia como anuncio del acuerdo de unidad logrado y solicitado por el gobierno norteamericano par continuar dándoles ayuda material. Cruz, en su arenga, alabó las política de Reagan hacia Nicaragua y el heroísmo de los contrarrevolucionarios y pidió la ayuda de Dios para que continuaran luchando como hasta el momento, expresándolos su cariño y respeto.

La presencia de Cruz y su firma en el documento de San José hacen de él con toda claridad el hombre-enlace entre la contrarrevolución armada y la CDN, "el hombre" de los Estados Unidos.

La conformación de una especie de frente amplio de oposición que agrupe a todos los partidos no-sandinistas en la Asamblea y a sus respectivas centrales sindicales aparece en el horizonte político como una posibilidad muy concreta, de la que hay indicios, no exentos de dificultades. Aun cuando un frente así tenga carácter de oposición cívica y legal está teniendo vínculos con las posiciones opositoras de la Coordinadora y del diario de "La Prensa:". las tendencias extremistas de estas dos fuerzas han comenzando a aparecer por primera vez ligadas a los grupos armados contrarrevolucionarios que Reagan se empeña en legitimar y a los que sostiene encubierta y abiertamente con el fin de que sustituyan al gobierno sandinista. La unidad de la oposición, cualquiera que sea su amplitud y cohesión, favorece los proyectos de la Administración, que podría decidirse a mediano plazo por una ruptura de relaciones con el gobierno de Nicaragua, a la par que por el reconocimiento de un gobierno en el exilio.

El nuevo desafío está planteado. El Diálogo Nacional parecer ser eje clave en él. El FSLN recibe esta presión dentro de una estrategia más amplia de agresión que está soportando desde hace años. Para la oposición cívica nicaragüense, para la jerarquía católica, la actual situación es también un desafío. La política de guerra del presidente Reagan presiona a todos, al empeñarse desesperadamente en reducir los espacios de actuación, en polarizar las fuerzas, en hacer de la guerra la única opción. La respuesta a esta presión y a este desafío, la opción por la paz, requieren por eso de más energía, a la vez que de una paciencia y aun habilidad más cuidadosa que nunca.


Política económica de Nicaragua y política recomendada por el FMI: elementos comparativos

GOBIERNO DE NICARAGUA

Se ha producido una revolución en donde el pueblo hegemoniza el poder político, orientado a la construcción de una nueva sociedad, mediante transformaciones estructurales basadas en los principios de la participación popular, pluralismo político, economía mixta y no alineamiento internacional. Todo ello, sobre la base de una economía destruida por la guerra de liberación, golpeada pro la crisis económica internacional y, pro llevarse a cabo en una zona de influencia vital para los Estados Unidos, agredida militar, económica y políticamente por esa potencia.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Interviene en países en donde existen dictaduras militares o democracias representativas restringidas, orientadas a mantener el "estatus quo", con represión a la movilización popular, inexistencia o limitado pluralismo político, economía mixta hegemonizada por el sector privado transnacional y marcada dependencia económica, militar y política del capitalismo mundial. Todo ello en el contexto de una crisis económica internacional y un modelo de acumulación agotado.

GOBIERNO DE NICARAGUA

Corregir los desequilibrios de la transición para consolidar al economía mixta -convivencia con el sector privado bajo hegemonía popular-, elevar el nivel de vida de los sectores más pobres, disminuir el centralismo de Managua, detener el proceso de "informalización" de los trabajadores, afirmar la soberanía nacional y redefinir la dependencia externa.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Estabilizar la economía para fortalecer el capitalismo mediante al consolidación del sector privado eficiente y transnacional, la limitación del nivel de vida de las masas, el mantenimiento de la dependencia y la afirmación del modelo de acumulación pre-existente.

GOBIERNO DE NICARAGUA

-Fortalecer al pequeño, mediano y gran productor nacional eficiente.

-Redefinición de las relaciones económicas, financieras y tecnológicas con el exterior, orientándolas en consecuencias con el Nuevo Orden Económico Internacional, para nuestro desarrollo independiente interno.

-Lograr un mejoramiento en la distribución de la riqueza, en el marco de una mayor participación popular en la gestión de las unidades productivas, modificación en los patrones de consumo y elevación del nivel de vida de los más pobres.

-Corregir el proceso de centralización de los recursos económicos, financieros, humanos, institucionales y de infraestructura en las principales ciudades, particularmente Managua.

-Fomentar el trabajo productivo, asalariado y dependiente en contraposición con el proceso de "informalización" de la fuerzas de trabajo.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

-Eliminar a los pequeños y medianos productores y fortalecer a los grandes productores monopólicos y transnacionales.

-Fortalecimiento de las relaciones externas pre-existentes, llevando a una mayor dependencia del estado nacional con respecto a las transnacionales.

-Reproducir y agudizar la distribución regresiva de la riqueza en el marco de represión contra el movimiento popular, afirmación de los patrones de consumo excluyentes y deterioro general del nivel de vida popular.

-El conjunto de medidas fortalecen las tendencias migratorias del Campo a la ciudad, destina a estas últimas los principales recursos del Estado, empeorando la infraestructura de las provincias y afirmando el centralismo.

-El conjunto de medidas fortalecen al trabajador por cuenta propia y en general las labores no directamente relacionadas con la producción de bienes materiales.

GOBIERNO DE NICARAGUA

El cuestionamiento de la estructura capitalista y su transformación a través de cambios estructurales llevados a cabo en el marco de: 1) la herencia somocista, 2) la crisis internacional, 3) la guerra de desgaste realizada pro el imperialismo norteamericano y 4) los efectos colaterales negativos de la política económica interna adoptada. Todo ello ha desencadenado desajustes macroeconómicos que amenazan con frenar el avance del proyecto revolucionario. Estos desajustes se expresan en los siguientes fenómenos:

- Disminución de la oferta de bienes y servicios de la población.

- Expansión excesiva del gasto presupuestal, que origina fuertes déficits fiscales. (Se destaca la indiscriminación política de subsidios).

-Financiamiento interno sin respaldo a los proyecto productivos, sociales y de infraestructura.

- Expansión crediticia excesiva.

El efecto inmediato de esas desproporciones es el siguiente:

- Sobrecirculación de fuertes masas de dinero, potenciando el proceso inflacionario.

- Sobre evaluación de la moneda con la consiguiente pérdida cambiaria en el Banco Central.

- Especulación comercial y monetaria.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

- No se cuestionan las relaciones capitalistas de producción y, para Nicaragua, no se cuestionaría en términos fundamentales las rigideces estructurales de la herencia somocista y al forma de inserción en la economía en el mercado internacional.

- La causa fundamental de la crisis está en la excesiva intervención del Estado en la economía y la reducción flexibilidad del funcionamiento de los mercados (de bienes y servicios, dinero, mano de obra y externo).

-Lo anterior crea desequilibrios macroeconómicos expresados en un exceso de gasto o demanda global con relación a la oferta global, lo que provoca la inflación y el déficit de la balanza de pagos.

- Así mismo se generan desajuste en los agregados financieros vinculados con el exceso de demanda: 1) volumen excesivo de crédito, 2) financiamiento deficitario del sector público y 3) aumento de la deuda externa.

GOBIERNO DE NICARAGUA

-Apoyar la defensa militar de la revolución, lo que significa que los recursos materiales, humanos y de divisas deben privilegiarse par defender la patria.

-Estimular la producción material destinada a la defensa, bienes de consumo popular, producción exportable y el desarrollo de la infraestuctura de apoyo a la producción anterior. Esto marca un reordenamiento del patrón de producción, que se basará fundamentalmente en la potencialidad interna y condicionará la transformación del patrón de consumo.

-Reducción de la demanda a través de:

*Disminución del déficit fiscal mediante la reducción del gasto presupuestario y aumento en los ingresos corrientes y de recortes en el gasto social, excepto en el sector salud.

*Suspensión y racionalización de proyectos de inversión nuevos que son indispensables par fortalecer la producción y la defensa.

*Eliminación de los subsidios para trasladarlos a los trabajadores productivos.

*Defensa el salario real del trabajador en general y, en especial, del trabajador productivo. Para ello los subsidios eliminados se van a trasladar en forma de salario a los trabajadores productivos realizándose reajustes compensatorios generales y periódicamente.

*Contener el desorden en los precios internos, fortaleciendo los canales seguros de comercialización (transitoriamente pro comisariatos de centros productivos) y el establecimiento de un conjunto de medidas que aniquilen la especulación y favorezcan a los comerciantes consecuentes.

*Establecimiento de una politica de habilitaciones bancarias realistas, que apoye a la producción y evite el despilfarro en los recursos financieros.

*Reajuste de la tasa de cambio a niveles realistas que eviten al sobreevaluación. Se adopta una política de tasas de cambio diferenciables.

*Posición favorable hacia la inversión extrajera siempre y cuando ésta se adecue a las políticas de desarrollo nacional.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

-Reducir a su mínima expresión en el gasto militar y una recomendación de negociación atentatoria de la soberanía y, en el caso de Nicaragua, el aniquilamiento de la revolución.

-Desestimular la producción material de los sectores privados pequeños y medianos que, en el marco de las desigualdades productivas, son los menos aptos en la competencia, e iniciar un nuevo patrón de acumulación sustentando en la gran empresa capitalista, fundamentalmente transnacionales.

+Reducir de la demanda a través de:

*Reducción del déficit fiscal a través del recorte del gasto social (educación, salud y vivienda), aumento de los ingresos fiscales indirectos y de las tarifas en los servicios públicos.

*Eliminación de proyectos de inversión de largo aliento, en términos de beneficio-costo y/o la rentabilidad.

*Eliminación de los subsidios, afectando a los trabajadores, especialmente a los más pobres.

*Liberación del mercado de trabajo, controlando al movimiento sindical y estableciendo una salario de competencia y/o control estricto del aumento de salarios.

*Liberalización de los mercados de bienes y servicios, permitiendo la formación de precios de competencia y eliminando los controles y racionamiento.

*Liberalización del mercado del dinero, permitiendo el alza de la tasa de interés que promueva el ahorro e incentive la inversión privada de los grupos empresariales eficientes y el capital transnacional.

*Liberalizacion del mercado externo, evitando la sobrevaluación del córdoba y flexibilizando el control del cambio. En general no recomienda tasas diferenciables de cambio.

*Actitud abierta frente al capital extranjero, proporcionando todo tipo de incentivos y entregando los recursos naturales a su control, así como el regreso de las industrias básicas estatizadas a manos del capital extranjero.

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