México
Subcomandante Marcos: “Hasta nunca… o hasta siempre”
El asesinato premeditado en Chiapas de José Luis Solís,
un votán zapatista, maestro comprometido en su comunidad,
y la avalancha de solidaridad internacional que condenó el crimen
solidarizándose desde todos los puntos del planeta
con la causa del Zapatismo,
fue el momento escogido por el Subcomandante Marcos
para desaparecer de la escena.
Reaparecerá como Subcomandante Insurgente Galeano,
el sobrenombre que Solís se dio un día,
por su admiración por el escritor Eduardo Galeano.
Jorge Alonso
La muerte se irá engañada por un indígena con el nombre de Galeano en la lucha, y en esas piedras que han colocado en su tumba volverá a andar y a enseñar, a quien se deje, lo básico del zapatismo, es decir, no venderse, no rendirse, no claudicar…. A nosotros la muerte nos compromete por lo que tiene de vida. Así que aquí estamos, burlando a la muerte en La Realidad. Compas: Dicho todo lo anterior, siendo las 2 horas 8 minutos del 25 de mayo del 2014, en el frente de combate suroriental del EZLN, declaro que deja de existir el conocido como Subcomandante Insurgente Marcos… Por mi voz ya no hablará la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Vale. Salud y hasta nunca… o hasta siempre. Quien entendió sabrá que eso ya no importa, que nunca ha importado”.
Con estas palabras cerró su extenso discurso el Subcomandante Marcos ante la comandancia del EZLN, ante unas tres mil bases de apoyo zapatistas y ante otras mil personas llegadas al Caracol de La Realidad. Después, tras una breve humorada, tan habitual en él, saludó de nuevo a la gente: “Buenas madrugadas tengan compañeras y compañeros. Mi nombre es Galeano, Subcomandante Insurgente Galeano… Me dijeron que cuando volviera a nacer, lo haría en colectivo. Sea pues”.
MATARON AL GALEANO ¿Qué antecedentes inmediatos hubo para que el propio Marcos pusiera fin, de esta original forma, al legendario vocero de los zapatistas?
A finales de marzo, los zapatistas anunciaron varias actividades. En la última semana de mayo celebrarían en uno de sus Caracoles -sus centros de gobierno autónomo- un encuentro con una treintena de organizaciones indígenas, el primero de junio harían un homenaje al escritor Luis Villoro y días después, en San Cristóbal de Las Casas, convocaban a un seminario internacional que titularon “Ética frente al despojo”, al que habían anunciado su asistencia artistas e intelectuales de varios países. Allí, el EZLN daría a conocer una propuesta con iniciativas nacionales e internacionales.
El gobierno trató de evitar todo esto y el 2 de mayo lanzó a sus paramilitares contra el Caracol de La Realidad, a unas siete horas de San Cristóbal de las Casas. Destruyeron la escuela autónoma, cortaron la tubería que abastecía de agua a los zapatistas y mataron a José Luis Solís, hiriendo a quince personas. Solís, quien se había apodado Galeano, salió a defender a sus compañeros sin arma de fuego, y fue golpeado, baleado y rematado con tiro de gracia. Desafiando el miedo, las mujeres de La Realidad rescataron su cuerpo.
UNA AGRESIÓN PLANIFICADAEl 8 de mayo el Subcomandante Marcos llegó a La Realidad y desde allí habló. Recordó que hacía 20 años el dolor y la rabia dieron origen al surgimiento público del zapatismo. El dolor y la rabia los hacían presentes en La Realidad. Solís había sido uno de los maestros del curso “La Libertad según los zapatistas”, impartido recientemente en la Escuelita Zapatista. Reconoció Marcos que sentía envidia de quienes tuvieron el privilegio de convivir con Solís, el Galeano.
Su asesinato -dijo- había sido una agresión planeada con anticipación, organizada militarmente y llevada a cabo con alevosía, premeditación y ventaja. Denunció que en el asesinato estaban implicadas las direcciones de la CIOAC (Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos) Histórica y del Partido Verde Ecologista, por medio de las cuales el PRI estaba gobernando el estado de Chiapas. También implicó al PAN y al PRI. Estaba implicado claramente el gobierno chiapaneco y faltaba determinar si también el gobierno federal. Marcos recordó que la CIOAC Histórica, su rival la CIOAC Independiente y otras organizaciones como ORCAO, ORUGA, URPA y otras provocaban confrontaciones contra los zapatistas sabiendo que al hacerlo el gobierno los premiaba con recursos.
“YO LO CONTINUARÉ” El Subcomandante Moisés anunció que se suspendían todas las actividades programadas y que el 24 de mayo se realizaría en La Realidad un homenaje a Galeano.
Durante años La Realidad fue lugar de muchos encuentros nacionales e internacionales. Fue visitado por Oliver Stone, Manu Chao, Madame Miterrand, Juan Gelman, Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Galeano, Ignacio Ramonet, Carlos Monsiváis y muchas otras personalidades.
Adolfo Gilly le escribió al escritor uruguayo Eduardo Galeano para informarle que en La Realidad, en donde en una ocasión estuvo, habían matado a un maestro zapatista que había adoptado su nombre en memoria de su estancia allí y por sus escritos. Le contó que este Galeano no era combatiente ni andaba armado, sólo enseñaba, dialogaba y convencía con la palabra y lo habían matado porque los dueños del poder habían alimentado y desatado todos los rencores y odios. Desde Uruguay, Eduardo Galeano les escribió: “Ojalá no haya muerto en vano ese otro Galeano: yo lo continuaré, de todos modos”.
OLEADAS
DE SOLIDARIDAD MUNDIAL La respuesta mundial ante el asesinato de José Luis Solís, el Galeano, fue pronta, enérgica y muy nutrida. Más de cincuenta académicos y artistas, entre ellos Pablo González Casanova, John Berger, Hugo Blanco, Immanuel Wallerstein, Gustavo Esteva, Marcos Roitman, Raúl Zibechi, Jean Robert, John Giber y Jerome Baschet, hicieron pública su indignación. Y exigieron que cesaran definitivamente las agresiones en contra del “proyecto civilizatorio más consolidado que existía en México y el mundo”.
Participantes de América Latina en la Escuelita Zapatista de La Realidad, provenientes de Argentina, Costa Rica, Bolivia, Uruguay, Brasil y Venezuela expresaron su dolor por el atentado contra “un proyecto político que es aliento de muchos que se organizan por la construcción de un mundo otro”.
Una treintena de colectivos de todo el mundo y 174 personas, entre ellas Naomi Klein, Manuel Castells, Arundhati Roy, Noam Chomsky, Yvon Le Bot, Michel Hardt y Raquel Gutiérrez escribieron que la lucha zapatista había sido “una escuela de dignidad que había sembrado rebeldía y esperanza en todo el mundo”.
“ESTA RABIA ES SEMILLA” 130 personalidades, entre ellas Angela Davis, David Harvey, Mike Davis, David Graeber, Catherine Walsh y Arturo Escobar difundieron un comunicado en el que afirmaban que atacar a los zapatistas era atacarlos a ellos.
Con más de 150 firmas de grupos y personas de Guatemala, Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Argentina, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Bélgica, Francia, España, Italia, Grecia, Hungría y México se hizo un tejido dolorido del Abya Yala en el que se afirmaba que la rabia que provocaba el ataque a los zapatistas es semilla.
Un centenar de artistas, organizaciones comunitarias y populares de diversos rincones de México, Panamá, Argentina
y España dijeron a los zapatistas que, aprendiendo de su ejemplo, resistían junto a ellos y construían un mundo posible desde sus geografías y desde sus modos. Uno de los comunicados en que se hermanaban firmas de varios países decía que las ausencias de quienes eran asesinados no eran vacíos porque “se llenaban de memoria viva y del deber de seguir la tarea”. Señalaban a los responsables de la emboscada en La Realidad. Era “una pirámide de culpables”: las políticas neoliberales, el presidente mexicano, el gobernador chiapaneco y los que en la base habían perpetrado el trabajo sucio.
Y así, durante días y días, personas y colectivos de América Latina, Estados Unidos, Canadá y de los países europeos, hasta de Medio Oriente y Nueva Zelanda, se unieron al dolor por el asesinato de Galeano y a la solidaridad con la causa zapatista.
“QUE LO HAGAN ELLOS, NOSOTROS NO” En México la respuesta solidaria fue abundante e intensa. No sólo hubo pronunciamientos, sino gran cantidad de manifestaciones muy diversas, reafirmando que los zapatistas no están solos. Ante tantas presiones nacionales e internacionales, el gobierno chiapaneco detuvo el 17 de mayo al agente municipal de la comunidad de La Realidad y al presidente del comisariado ejidal, acusándolos de ser los autores materiales del asesinato de Galeano. Contra todas las evidencias, los medios dieron la noticia informando de “un enfrentamiento”, no de un crimen.
En esta atmósfera, crecía el convencimiento de que el acto anunciado para el 24 de mayo en La Realidad en honor de Galeano sería muy importante.
El Subcomandante Moisés dio nuevos datos sobre las circunstancias del asesinato de Solís: hubo mujeres involucradas en la agresión y se conocía el nombre de la que había macheteado y arrastrado el cuerpo de Galeano. Moisés dijo a los zapatistas y simpatizantes que no debían olvidar que su lucha es civil y pacífica y los exhortó a que usaran la rabia contra el sistema y no contra “esas personas malas de la cabeza que sólo cumplían órdenes del mal gobierno”. Terminó su discurso así: “Si ellos provocan, pues que lo hagan ellos, nosotros no. Nosotros somos luchadores”.
Fue ya en las primeras horas del 25 de mayo cuando Marcos habló como Marcos por última vez.
“NEGOCIAR O COMBATIR
NO ERA NUESTRO DILEMA”Marcos inició su discurso afirmando que lo que iba a anunciar era una “decisión colectiva” y creando expectación: “Tal vez en el transcurso de estas palabras vaya creciendo en su corazón la sensación de que algo está fuera de lugar, de que algo no cuadra, como si estuvieran faltando una o varias piezas para darle sentido al rompecabezas que se les va mostrando… Tal vez después, días, semanas, meses, años, décadas después se entienda lo que ahora decimos”.
Se refirió a la historia, evocando el inicio de la lucha zapatista. Y las preguntas que nacieron en los zapatistas después de los primeros doce días de combates contra el ejército mexicano. Las enumeró así: “¿Preparar a los que siguen en la ruta de la muerte?¿Formar más y mejores soldados? ¿Invertir empeños en mejorar nuestra maltrecha maquinaria de guerra? ¿Simular diálogos y disposición para la paz, pero seguir preparando nuevos golpes? ¿Matar o morir como único destino? ¿O debíamos reconstruir el camino de la vida, ése que habían roto y siguen rompiendo desde arriba?”
“Nadie lo escuchó entonces -dijo-, pero en los primeros balbuceos que fueron nuestras palabras advertimos que nuestro dilema no estaba entre negociar o combatir, sino entre morir o vivir… Y elegimos. Y en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones, preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al mundo. En lugar de construir cuarteles, mejorar nuestro armamento, levantar muros y trincheras, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales y centros de salud, mejoramos nuestras condiciones de vida”.
LOS MUCHOS “RELEVOS”
DEL ZAPATISMOVeinte años después, y Marcos fue demostrándolo, el EZLN “no sólo no se ha debilitado, mucho menos desaparecido, sino que ha crecido cuantitativa y cualitativamente”, siendo siempre consecuentes con la consigna con la que nacieron: “Nada para nosotros”, que -dijo- no era una frase buena para carteles y canciones, sino una realidad”.
La tercera parte de su texto, que Marcos titula “El relevo” es importante para entender por qué han crecido. “En estos 20 años ha habido un relevo múltiple y complejo en el EZLN. Algunos han advertido sólo el evidente: el generacional. Ahora están haciendo la lucha y dirigiendo la resistencia quienes eran pequeños o no habían nacido al inicio del alzamiento. Pero algunos estudiosos no se han percatado de otros relevos. El de clase: del origen clase mediero ilustrado, al indígena campesino. El de raza: de la dirección mestiza a la dirección netamente indígena. Y el más importante: el relevo de pensamiento: del vanguardismo revolucionario al mandar obedeciendo; de la toma del poder de arriba a la creación del poder de abajo; de la política profesional a la política cotidiana; de los líderes, a los pueblos; de la marginación de género, a la participación directa de las mujeres; de la burla a lo otro, a la celebración de la diferencia.
LA CONSTRUCCIÓN
DEL PERSONAJEFinalmente, en la cuarta parte de su discurso Marcos se refirió al papel jugado por él en estos 20 años del EZLN. “Antes del amanecer de 1994, pasé 10 años en estas montañas. Conocí y traté personalmente a algunos en cuya muerte morimos un mucho. Conozco y trato desde entonces con otros y otras más que hoy están aquí como nosotros. Muchas madrugadas me encontré a mí mismo tratando de digerir las historias que me contaban, los mundos que dibujaban con silencios, manos y miradas, su insistencia en señalar algo más allá”.
Se lamentó de que fueron muchos los que se fijaron sólo en él, “el único mestizo que vieron con pasamontañas, es decir, que no miraron”. “Nuestros jefes y jefas dijeron entonces: “Hagamos a alguien tan pequeño como ellos, que a él lo vean y por él nos vean”. Empezó así una compleja maniobra de distracción, un truco de magia terrible y maravillosa, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos. La sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación. Empezó entonces la construcción del personaje llamado Marcos”.
MARCOS: UN DISTRACTORMarcos se describe como un distractor, un holograma, una botarga…Y explica que la construcción de ese personaje era necesaria mientras ganaban tiempo para construir la autonomía zapatista en Chiapas y lanzar iniciativas tras iniciativas que resonaran en el mundo. “Así fue -dice- hasta la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, la más audaz y la más zapatista de las iniciativas que hemos lanzado hasta ahora”.
Después de la experiencia de la Escuelita Zapatista, consideraron que el personaje Marcos, esa botarga, ya no era necesaria y que el zapatismo estaba listo para una nueva etapa.
“AHORA DESTRUIMOS
EL PERSONAJE” “Así que -concluyó la explicación- el relevo de mando no se da por enfermedad o muerte, ni por desplazamiento interno, purga o depuración. Se da lógicamente de acuerdo a los cambios internos que ha tenido y tiene el EZLN.Ni estoy ni he estado enfermo, ni estoy ni he estado muerto. O sí, aunque tantas veces me mataron, tantas veces me morí, y de nuevo estoy aquí. Si alentamos esos rumores fue porque así convenía...”
“El personaje fue creado y ahora sus creadores, los zapatistas y las zapatistas, lo destruimos. Si alguien entiende esta lección que dan nuestras compañeras y compañeros, habrá entendido uno de los fundamentos del zapatismo”.
PARA QUE GALEANO VIVA Finalmente, Marcos habló de Solís, el que quiso ser llamado Galeano, y del que él tomará el nombre para “desenterrarlo”.
“Nosotros nos preguntamos no qué hacemos con su muerte, sino qué debemos hacer con su vida… Todo su empeño, su sacrificio cotidiano, puntual, invisible para quien no fuera nosotros, fue por la vida. Y sí les puedo decir que fue un ser extraordinario y además, y esto es lo que maravilla, hay miles de compañeras y compañeros como él en las comunidades indígenas zapatistas, con el mismo empeño, idéntico compromiso, igual claridad y un único destino: la libertad”.
“Hemos venido, como Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a desenterrar a Galeano. Pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva… Y para que esa impertinente que es la muerte quede satisfecha, en su lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva… Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy”.
Una original forma de que los zapatistas reafirmaran su lucha en una nueva etapa, ahora sin el legendario vocero Marcos, desde ahora con el nuevo Subcomandante Galeano.
INVESTIGADOR DE CIESAS OCCIDENTE. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN MÉXICO.
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