Envío Digital
 
Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 235 | Octubre 2001

Anuncio

Nicaragua

Indecisos y abstencionistas: ¿quiénes son?

Aquí esta un pre-perfil de abstencionistas y de indecisos. ¿Acertará la encuesta?

Pedro López Ruiz

La Encuesta sobre Participación Ciudadana y Gobernabilidad realizada por el Instituto de Sondeos de Opinión de la Universidad Centroamericana de Managua (IDESO–UCA) reveló muchos datos interesantes en torno a abstencionistas y a indecisos en las próximas elecciones. A la pregunta ¿Va a votar en las próximas elecciones?, clave para estimar los niveles de participación, abstención e indecisión de los potenciales votantes, el 81% dijo haber decidido ejercer su derecho al voto, un 11% dijo que no votaría y un 6% se declaró indeciso. Un 2% no quiso responder a esta pregunta.

Razones, giros, certezas, dudas

A quienes dijeron que no votarían en las próximas elecciones se les preguntó la razón para no hacerlo. Un 34.6% respondió que porque ninguno de los candidatos le convence. Entre los indecisos, un 4.6% afirmó que cambiaría de idea guiándose por los resultados de las encuestas que se vienen publicando periódicamente. Un 21% dijo que esperará a que los candidatos terminen de anunciar sus promesas y otro 9% afirmó que decidirá al ver cómo los candidatos debaten y quién se desenvuelve mejor. Solamente un 9% de los indecisos afirmó que esperará a que su guía religioso indique por quién deben votar, representando apenas un 0.5% del total de los entrevistados. Estos resultados permiten afirmar que convencer a un 30% de los indecisos para que voten en estas elecciones, depende principalmente de lo que hagan los candidatos en lo que resta de campaña. Sumando los porcentajes de quienes dicen no estar firmes en su indecisión, se concluye que un 44% de ellos y ellas podrían votar y que la razón más fuerte que los impulsaría a hacerlo es que los candidatos terminen de formular promesas.

Un factor que estaría incidiendo en quienes se declararon abstencionistas e indecisos es la percepción de que las elecciones serán desordenadas o fraudulentas. Entre quienes han decidido no votar, un 55% lo considera así. Y entre quienes se definieron como indecisos lo cree así el 48.6%. El 27.3% de quienes afirman que no votarán consideran que existe un pacto entre Daniel Ortega y Arnoldo Alemán. Un porcentaje similar de indecisos piensa lo mismo.

Edades, ingresos, información

El 32.1% de los indecisos tiene 20–29 años. Entre quienes se declararon abstencionistas, el mayor porcentaje tiene 16-19 años, nicaragüenses que votarán este año por primera vez. Es preocupante que en el estrato de nuevos votantes un 37.9% no tenga interés en votar, señal de un alto grado de desconfianza en el proceso. Las personas de este mismo rango de edad resultaron ser las más desconfiadas para revelar su intención de votar o no: entre quienes no respondieron a la pregunta de si iban o no a votar un significativo 50% era de jóvenes entre 16-19 años. Resultaría interesante determinar las razones por las que este sector de votantes adolescentes sienten desconfianza, información que serviría a instituciones estatales y a organismos sociales para diseñar estrategias que motiven la conciencia ciudadana y política de los jóvenes.

La abstención está más presente entre la población con ingresos de bajo rango. El 50% de quienes dijeron que no votarán corresponde al grupo con salarios de 500-1,500 córdobas mensuales y el 30% al grupo con ingresos inferiores a 1,500 córdobas. Así, el 80% de quienes tenían decidido no votar es el grupo con salarios inferiores a 1,500 córdobas. El mayor porcentaje de los indecisos corresponde al grupo que tiene ingresos mayores a 500 córdobas y menores a 1,500. Esto indicaría que las promesas de los candidatos orientadas a mejorar la situación económica de los más pobres no han convencido a una considerable parte de esos pobres. Quizás porque la prioridad en el sector de más bajos ingresos es la diaria subsistencia, lo que no les permite creer que la solución a este acuciante problema dependa de votar por uno u otro candidato.










De los que tenían decidido no votar, sólo el 17% escucha noticias. El resto prefiere escuchar música, deportes, programas religiosos o no escucha la radio. Entre los indecisos cambia el panorama: casi el doble, un 31.2% escucha noticias por la radio. Los noticieros de la TV son mirados por el 21.7% de los declarados abstencionistas y por el 26.6% de quienes se definieron como indecisos. Las noticias de la vida política y de la economía nacional son leídas en diarios y revistas por apenas el 15.2% de los que tienen decidido no votar y por el 12.8% de los indecisos.

Según estos datos, los partidos políticos podrían atraer a los indecisos a través de la radio y de la TV, pero muy poco a través de la palabra escrita en los diarios. En este contexto, destaca la importancia que tendría la realización de un debate entre los candidatos transmitido por radio y TV. A un 44.4% de quienes tenían pensado no votar, el resultado del debate no les hará cambiar de idea. Pero según un 21.7% dijo que podría decidirse a votar según quién resultara ganador en ese debate. Un 67% de los indecisos dijo que el debate no les movería en su indecisión. En este caso, el candidato ganador del debate podría captar a su favor a un 24.8% de los posibles indecisos.

Muchos de quienes se declararon abstencionistas o indecisos parecen haber ocultado su intención de voto o se encuentran dudosos de su decisión final. Esto puede afirmarse cruzando la pregunta de si va a votar en estas elecciones con la pregunta de si supiera con certeza unos días antes de las elecciones quién es el partido que va a ganar por quién votaría. Al cruzarlas, sólo un 41.9% de quienes respondieron que no van a votar mantienen su decisión. Se descubre así que un poco más de la mitad de quienes se declararon abstencionistas podrían decidirse unos días antes de las elecciones a votar por el candidato que consideren va a ser el ganador.

Es interesante notar que la mayoría de quienes dijeron que no van a votar (58.1%), votaría si supiera con certeza unos días antes de las elecciones qué partido va a ganar, aunque sólo el 7.6% dijo que votaría por el candidato que sabe que va a ganar. El resto de quienes se declararon abstencionistas se dividió entre un 38.9% que dijo estar firme y votaría por el candidato de su preferencia, gane o pierda las elecciones; y un 11.6% que afirmó votaría por cualquiera de los otros dos candidatos con tal que no gane el que considera el peor de todos. Una situación parecida se aprecia entre quienes se ubican como indecisos: el 41.3% dijo que no sabe o no respondió a la pregunta de por quién votaría si supiera con certeza unos días antes quién va a ganar las elecciones. El restante 58.7% podría votar por alguno de los candidatos que compiten.

En este contexto y con estas variables, la abstención podría ser un poco menor del 19% que obtuvimos en la encuesta, lo que indica que los candidatos pueden aún conquistar votos entre quienes no están completamente seguros de su decisión.

¿De dónde sacar más votos?

El candidato del FSLN se encuentra en cierta desventaja respecto a los otros dos candidatos en el sector de quienes se declararan abstencionistas e indecisos. Un 54% de quienes se definieron abstencionistas no cree que Daniel Ortega sea el mejor candidato de los sandinistas. El candidato del PLC tiene mejor imagen en el sector de abstencionistas: sólo el 29.8% no cree que Bolaños sea el mejor candidato liberal. Un 40.9% no cree que Alberto Saborío sea el mejor candidato del Partido Conservador. En el sector de los indecisos, también Ortega se encuentra en desventaja, puesto que el 50.5% no cree que Daniel Ortega sea el mejor candidato del FSLN. Saborío y Bolaños cosechan mejores opiniones, pues sólo un 26.6% y un 31.2% respectivamente no cree que sean los mejores candidatos de sus partidos.

De estos datos podría deducirse que el PLC tiene más chance de convencer a quienes dijeron que no van a votar y que en el sector de los indecisos las mejores oportunidades las tienen tanto liberales como conservadores.

Imprimir texto   

Enviar texto

Arriba
 
 
<< Nro. anterior   Nro. siguiente >>

En este mismo numero:

Nicaragua
La última prueba: el efecto Armagedón

Nicaragua
La cultura política de las tres Nicaraguas

Nicaragua
Indecisos y abstencionistas: ¿quiénes son?

Nicaragua
El abstencionismo del 2000 ¿Caso cerrado?

Nicaragua
Los fundamentalismos de ayer y de allá y los de hoy y de aquí

El Salvador
La dolarización, dos terremotos y ahora esta guerra

Guatemala
Dolor y preguntas en la prensa guatemalteca

México
Será una guerra contra "los del color de la tierra"

Centroamérica
La sociedad dual: una bomba por estallar

Internacional
El mundo contra las cuerdas

Nicaragua
Noticias del mes
Envío Revista mensual de análisis de Nicaragua y Centroamérica