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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 339 | Junio 2010

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Nicaragua

Mensajes capciosos y una “broma” reveladora

El poder político y el poder económico de Nicaragua se encontraron nuevamente. El discurso que el Presidente Daniel Ortega desarrolló ese día ante los empresarios agrupados en el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) estuvo lleno de mensajes capciosos. Lo remató con una “broma” reveladora.

Equipo Nitlápan-Envío

Los empresarios del COSEP acudieron inquietos al encuentro del 26 de mayo. Que el gobierno mantenga la estabilidad macroeconómica y les garantice un buen clima de negocios han sido siempre sus dos principales demandas en los frecuentes y cordiales encuentros que han celebrado con el Presidente Ortega.

INQUIETOS Y PREOCUPADOS

Esta vez llegaban preocupados. El 5 de mayo debía haber llegado a Nicaragua la misión del Fondo Monetario Internacional para la cuarta revisión del acuerdo con el gobierno y el FMI canceló la visita. De la revisión dependen varios desembolsos para apoyo presupuestario y para proyectos de desarrollo por más de 70 millones de dólares en el segundo semestre del año y la extensión del acuerdo por un año más. El anuncio que Ortega hizo en la conmemoración del Primero de Mayo -entregar mensualmente y hasta fin de año un “bono cristiano, socialista y solidario” de 529 córdobas a unos 120 mil trabajadores estatales- puso en alerta al FMI, que decidió “entender” la medida antes de comprometerse a nada.

Además de esta imprevista tensión con el FMI, la cúpula empresarial llegaba con inquietudes políticas. Advierten nubarrones en el clima de negocios, motivados no sólo por la crisis internacional -que sigue afectando a Nicaragua-, sino por la actual crisis nacional, cuyo corazón es el empeño reeleccionista de Ortega. El impacto de ver en primera plana de The Wall Street Journal a turbas oficiales apedreando un hotel de Managua aún los desasosiega.

Como el futuro electoral de Nicaragua aparece ensombrecido si no se producen cambios profundos en el Consejo Supremo Electoral antes de que sean convocadas y preparadas las elecciones presidenciales de 2011, el COSEP rompió su habitual pasividad política y desde el 10 de mayo lanzó una campaña en prensa, radio y televisión con este mensaje: Nuestro voto cuenta si es creíble el árbitro que lo cuenta - Exigimos un Consejo Supremo Electoral independiente y transparente. ¿Había “despertado” finalmente la cúpula empresarial?

“NO PUEDEN HACER
LO QUE LES DÉ LA GANA”

El acuerdo trianual que Nicaragua tiene con el FMI, y que el gobierno cumple cabalmente, le obliga a mantener bajo control los salarios de los empleados públicos, que reclaman con toda justicia -los más activos, maestros y maestras- un aumento salarial que nunca llega.

El incremento en la recaudación de impuestos que el gobierno ha logrado con la reforma tributaria iniciada en enero le habría permitido al gobierno negociar con el FMI incorporar la cantidad del bono-regalo de Ortega al presupuesto como un aumento salarial a los empleados públicos peor pagados. Pero el Presidente Ortega prefirió aparecer “multiplicando los panes”, usando para el bono los recursos del ALBA que administra discrecionalmente. También hubiera podido incorporar al presupuesto esa millonaria donación del ALBA, previa aprobación de la Asamblea. Pero el Presidente Ortega da muestras cada vez más claras de que se coloca por encima de las leyes y desconoce a las instituciones que no controla.

El Fondo decidió “entender” el sentido de esta medida, tanto desde la perspectiva económica como desde la legal. Según el economista José Luis Medal, experto en finanzas públicas, el problema con el “regalo” de Ortega no es la inflación que pudieran provocar 25 millones de dólares inyectados en la economía durante seis meses. Lo realmente grave -dice, y eso también le preocupa al FMI- es “la destrucción de la institucionalidad” que significa entregar ese dinero de la forma en que se ha hecho. “En ningún país moderno -apunta Medal- se aceptaría que con recursos privados se financie a más de 100 mil trabajadores del sector público. En los Estados modernos el presupuesto público no se confunde con el presupuesto del monarca. ¿Qué diríamos, qué diría el Frente Sandinista, si el Grupo Pellas le donara 25 millones de dólares al candidato Montealegre para que los repartiera en bonos de 529 córdobas a miles de empleados públicos? Se consideraría delito electoral…”

Aunque diputados del FSLN y voceros del gobierno quitaron importancia a la suspensión de la visita del FMI, no deja de ser indicativa de una creciente preocupación del Fondo por el curso de los acontecimientos en Nicaragua. En vísperas de la reunión Ortega-COSEP, declaraciones del Director Gerente del Fondo Monetario Internacional añadieron desasosiego al empresariado. En una entrevista con CNN, Dominique Strauss-Kahn afirmó refiriéndose al caso de Nicaragua: “No significa que porque un país sea pobre y nos pide ayuda, permitamos que hagan lo que les dé la gana...”

PROPUESTAS DE CÚPULA
Y SENTIMIENTOS DE BASE

Además de la campaña en los medios-una clara toma de posición en la más reciente de nuestras recurrentes crisis políticas- la cúpula empresarial envió al Presidente, antes de reunirse con él, la “Agenda COSEP 2010” con una serie de propuestas “para mejorar el clima de negocios y fortalecer el sistema democrático”.

Aunque el lenguaje de la Agenda es comedido, entre las 20 propuestas, las específicamente referidas a temas político-institucionales están bien identificadas. Proponen lo que no hay: primacía de la Constitución, fortalecer las instituciones (demandan que los nombramientos pendientes de los altos cargos se hagan por “idoneidad ética y profesional y no por criterios e intereses partidarios”), respetar la división de poderes, garantizar la correcta administración de los procesos electorales (demandan el cambio de todos los magistrados), modernizar el poder judicial (evitar su instrumen¬tali¬zación con fines político-partidarios), compromiso del gobierno con una imagen positiva del país (introducen aquí una demanda específica que hasta escriben en mayúsculas: “los morteros deben desaparecer de las calles”), Estado-nación y no Estado-partido (“exigir que el Estado represente los intereses nacionales de todos los ciudadanos, por lo que resulta imprescindible desligar al Estado de intereses partidarios”), transparencia en el manejo de la cooperación internacional (mencionan la ayuda venezolana).

Nunca habían sido tan explícitos los gremios empresariales. Sus propuestas no son sólo de cúpulas. Las encontramos iguales abajo, en mucha gente de base que las siente así, auque las formula con otras palabras. Las intuye una mayoría nacional descontenta que, trabajando en los municipios y en las instituciones del Estado, viene experimentando ya las consecuencias de mucho de lo que describe el COSEP en esta Agenda, especialmente en todo lo que tiene que ver con la confusión del Estado con el partido de gobierno.

UN RITUAL
CON DIÁLOGO DE UNA VÍA

Con esta Agenda en su despacho, el Presidente Daniel Ortega llamó a los empresarios a reunión al caer la tarde del 26 de mayo. Al encuentro, Ortega sumó a trabajadores y dirigentes de sindicatos afines al FSLN, para reforzar esta imagen: “Trabajamos juntos gobierno, sector privado y trabajadores”.

En estos encuentros presidenciales la comunicación es siempre de una sola vía: Ortega habla a sus invitados y éstos escuchan y no hablan a su anfitrión. No hacen preguntas, no hay diálogo. El ritual parece religioso. La variable es la que el Presidente concede solamente a la cúpula empresarial: se reúne con ellos en un aula del INCAE y no en la Secretaría del FSLN y en la reunión no hay ningún arreglo floral, ni una flor siquiera.

Aunque el Presidente Ortega no respondió directamente a ninguna de las propuestas político-institucionales que el COSEP planteaba en su Agenda, sí las contestó, a su manera, con preguntas capciosas, con mensajes en los que no faltó el cinismo.

“¿QUÉ PREFIEREN?”

Rememorando los tres gobiernos precedentes, cuando el FSLN estaba en la oposición, Ortega recordó cómo los tres (doña Violeta, Alemán, Bolaños) habían terminado negociando con él, necesitados de gobernabilidad. “La realidad es más fuerte que los deseos”, dijo, refiriéndose especialmente al caso de Alemán, que como alcalde de Managua vociferaba que jamás negociaría nada con el FSLN… y tuvo que hacerlo. Identificando gobernabilidad con tranquilidad callejera, defendió la entrega del bono, a pesar de que violenta la institucionalidad, como una manera de comprar gobernabilidad.

El bono -dijo- era “necesario” porque detuvo huelgas, protestas y movilizaciones. Y les puso como ejemplo lo que está ocurriendo en Grecia, donde el FMI ha impuesto condiciones a un “gobernante amigo, también cristiano, solidario y socialista” (Papandreu), y eso ha generado estallidos sociales, “gente pegando fuego a las empresas… ¡Ni quiera Dios esos grados de violencia en Nicaragua!”

Echando mano de las airadas protestas griegas minimizó la profunda crisis política-institucional nicaragüense que él mismo ha creado irrespetando las leyes. La crisis institucional -dijo- se resuelve negociando, y yo he conseguido negociar con todos, pero “una explosión social ésa sí es incontrolable… El país perdería más…Y yo no podría pedirle a la Policía que saliera a matar trabajadores… No había más alternativa que el bono…”

¿Qué prefieren? les planteaba Ortega, remachando la “ventaja comparativa” con la que se “vende” a estos hombres de negocios: conmigo gobernando desde arriba, a pesar de los desmanes legales e institucionales, están ustedes más seguros que conmigo gobernando desde abajo…

“NO SE PREOCUPEN”

Una de cal, otra de arena. A la par de colocar a los empresarios ante ese dilema, el Presidente los tranquilizó asegurándoles que Nicaragua se mantendrá dentro del acuerdo con el FMI y que lo que ocurre “es sólo un impasse”.

También quiso asustarlos: el retraso de la revisión del FMI no se debe al bono y a sus consecuencias. Se debe a la reforma de la Seguridad Social que exige el FMI, estableciendo más años para la jubilación y una reducción de las pensiones. ¿Eso quiere la empresa privada?

Ortega sabe que los empresarios no quieren esa reforma porque supondría invertir más en la cotización de sus empleados. Tampoco Ortega aceptará esa reforma por razones pre-electorales. Y así, tanto el gobierno como la cúpula empresarial arriesgarán la viabilidad de la Seguridad Social a largo plazo por sus intereses cortoplacistas: los votos de uno y los bolsillos de otros.

La tensión con el FMI -añadió Ortega con sorna- se debe a los empresarios. “La batalla más grande que tenemos con el Fondo, se los digo con franqueza, no es el bono. Es la reforma tributaria, son las exoneraciones… A ese punto apunta el Fondo con toda claridad…Lo del bono fácilmente se le explica al Fondo, más difícil es lo otro…” Ortega endosó así a la gran empresa privada -beneficiada con jugosas exoneraciones que el gobierno ha decidido no tocar en la reforma tributaria- las tensiones con el FMI. ¿Declaración de complicidad, ya que el grupo económico del FSLN también se beneficia de esas exoneraciones?

DE ESTO NO SE HABLA

No habló Ortega de otra de las preocupaciones que comparte hoy el gran capital y el FMI. A la crisis internacional se han sumado intereses también cortoplacistas del gobierno que están deteriorando el frágil sistema financiero nacional. El deterioro se expresa en la cantidad de deudores morosos y en la sensible reducción del crédito internacional que recibe Nicaragua.

Según analistas financieros consultados por Envío, la cartera en riesgo de los bancos nacionales era en 2009 el 6.8% y en abril de 2010 se había incrementado ya al 11.7%, un índice altamente preocupante. En cuanto al crédito, Nicaragua perdió en 2009 créditos para apoyar a pequeños y medianos productores hasta por 120 millones de dólares. En 2008 este sector recibió 517 millones. En 2009 sólo 397.

UN MOVIMIENTO PERJUDICIAL

El movimiento de productores del Norte, mejor conocido como “los No Pago”, surgido violentamente en el escenario nacional a inicios de 2008, ha llevado a la quiebra a la industria de microfinanzas de Nicaragua. El caso más dramático es el de BANEX, segunda microfinanciera en tamaño del país, hoy virtualmente quebrada, con el 40% de su cartera de préstamos en riesgo.

Es en este año 2010 cuando se están sintiendo con más fuerza en la economía nacional los perjudiciales efectos de los No pago, al cancelarse las líneas de crédito internacional que facilitaban fondos para préstamos a las microfinancieras nicaragüenses. Un movimiento que alienta la cultura de la condonación y del no-pago aumentó sensiblemente los índices de riesgo-país y las agencias de financiamiento no están dispuestas a arriesgar sus fondos en Nicaragua, habiendo tantos otros países donde invertirlos.

¿SÓLO MAL SABOR
O BUEN SABOR DE VICTORIA?

La falta de crédito rural la están pagando ya los pobres rurales. El vacío que dejan las microfinancieras lo están llenando los usureros. Los pequeños y medianos productores del campo, en general buenos pagadores de las microfinancieras, han visto retornar a sus territorios prácticas crediticias abusivas, como las compras a futuro de sus cosechas a precios irrisorios, que deben aceptar por falta de créditos. En su discurso, Ortega restó importancia al problema creado por los No Pago y por la Ley Moratoria -respuesta legal a los morosos de la industria microfinanciera-, afirmando que “no provocó mayores problemas con el FMI y sólo dejó un mal sabor entre el gobierno y el sector privado”.

Al gobierno, la aventura de los No Pago le puede haber dejado un buen sabor, interpretando la quiebra de las microfinancieras como una victoria (Vamos por más victorias, repite la consigna oficial), un tanto más que apuntarse en el proyecto de control social, centro de la estrategia del FSLN para perpetuarse en el poder.

No basta con controlar las instituciones. Es necesario controlar o desarticular otros espacios autónomos. Neutralizar el espacio económico-social que durante años han representado las microfinancieras, con organización autónoma y con recursos millonarios, parece haber sido la agenda oculta del movimiento de los No Pago, alentado desde su nacimiento por el propio Presidente y sostenido financieramente desde el partido de gobierno.

¿VAN POR MÁS VICTORIAS?

Si van “por más victorias” es válido imaginar que el grupo empresarial del FSLN apuesta a construir su propio espacio financiero. Desde la estrepitosa y fraudulenta quiebra del Interbank en el año 2000, el FSLN no tiene un banco propio. Y dado el abundante capital que la cooperación venezolana les ha permitido manejar desde 2007 esa aspiración está seguramente sobre la estratégica mesa del partido de gobierno. Y seguramente también está sobre la preocupada mesa de los empresarios del COSEP, en la que participa la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua (ASOBANP).

Hasta hoy, el partido de gobierno controla lo que fue la pequeña Caja Rural Nacional, que nutrida con los millonarios fondos del ALBA, se ha convertido en una poderosa empresa financiera, ALBA-CARUNA. (“El bono sale de una gestión que yo hice con CARUNA”, dijo el mandatario al COSEP).

La entrada en mayo en el escenario financiero nacional del banco estatal “Produzcamos” es otro instrumento financiero en manos del partido de gobierno. Además, en 2009 compraron la microfinanciera ACODEP, que nació en 1990 con el auge de las microfinanzas en el país y cuenta con 16 sucursales instaladas en todo el territorio nacional.

¿Cuándo compra acciones en alguno de los bancos nacionales el grupo empresarial del FSLN? ¿Cuánto preocupa esto al gran capital nicaragüense? ¿Y al FMI?

COMERCIO JUSTO,
¿COMPETENCIA DESLEAL?

En su discurso, el Presidente señaló como “grandes pasos” de avance en el escenario económico nacional la participación de Nicaragua desde hace cuatro años en el tratado comercial con Estados Unidos, el CAFTA, el reciente acuerdo de asociación de Centroamérica con Europa, el ADA, y desde 2007 la estrecha relación de nuestro país con la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el ALBA.

Ortega calificó de positivo el CAFTA, criticó suavemente el ADA, señalando que era un tratado exclusivamente comercial y no una asociación entre auténticos socios. Y alabó el ALBA como “un mercado excepcional” basado en el comercio justo.

La cúpula empresarial compareció ante el Presidente en posición de fragilidad. Tienen temor ante el creciente poder del grupo económico que Ortega y el grupo ALBA van construyendo en el país. Ya experimentan una competencia desleal con la adjudicación que el gobierno hace de contratos a las empresas del Estado-Partido-ALBA sin mediar las licitaciones que exigen las leyes.

Ya han experimentado que las sentencias judiciales que afectan la actividad económica se tienen que negociar y transar en las oficinas del partido de gobierno. Y aunque reconocen que el mercado que se ha abierto hacia Venezuela -carne, lácteos, frijol- ha dinamizado el flujo exportador, también temen lo que pasará cuando las empresas del grupo ALBA controlen ya, como es su proyecto, el procesamiento de todos estos productos y también sus líneas de exportación.

Naturalmente, los empresarios saben que los plazos políticos no son los plazos económicos y que consolidar el grupo económico ALBA hasta que represente una auténtica competencia no es sólo cuestión de dinero, sino de capacidad de gerencia empresarial, lo que no es tan abundante en el FSLN actual. Sin embargo, están inquietos también por eso.

DOS HÁBILES JUGADAS

Los empresarios llegaron a la reunión en un momento político en que el partido de gobierno había pasado a la ofensiva, tras un breve paréntesis de ofensiva opositora.

Una semana antes del encuentro con el COSEP la clase política y ellos mismos fueron nuevamente sorprendidos por otra evidencia de la capacidad del Ejecutivo para fabricar resoluciones judiciales y electorales a tenor de sus intereses, lo que confirma el pleno control que Ortega tiene sobre el Poder Judicial y el Electoral.

En camino a lograr un total control del Legislativo, tanto para sesio¬nar con quórum y aprobar leyes de mayoría simple (47 votos), como para conseguir por fin el número dorado de la mayoría cualificada (56 votos), el 19 de mayo, en una nueva y hábil jugada política, dos magistrados del FSLN en la Sala Constitucional resolvieron darle un escaño en la Asamblea Nacional a quien fuera vicepresidente de Enrique Bolaños en el último año de su gestión. Constitucionalmente, ese escaño le corresponde a quien fue electo en las urnas para el cargo de vicepresidente, José Rizo. Una ilegalidad más, aceptada con entusiasmo por el beneficiado con el escaño, el conservador Alfredo Gómez Urcuyo.

El mismo día, el CSE decidió devolver su escaño al diputado conservador Bola¬ños Davis, despojado arbitrariamente de él por denunciar un caso de corrupción gubernamental. Le devolvió también la personería jurídica al Partido Conservador, la que le fue arrebatada arbitrariamente hace dos años. Con estos dos nuevos diputados sesionando y haciendo quorum, el FSLN tiene ya asegurado que la Asamblea Nacional no se paralice, como venía sucediendo desde el mes de enero.

A LA OFENSIVA
Y GANANDO TIEMPO

Conocedor el Ejecutivo de las rivalidades, desconfianzas y revanchas (“traidos” se dice en buen nica) que existen en los grupos de oposición, entre diputados y dirigentes políticos (liberales alemanistas contra liberales eduardistas, liberales contra conservadores, conservadores entre sus distintas facciones y bastantes más…), estas dos resoluciones no tienen otro objetivo que sembrar más cizaña en un campo plagado de esta gramínea, donde han desaparecido las ideologías, los proyectos, las ideas y privan cada vez más las prebendas que el Ejecutivo reparte.

Con ambas jugadas el Ejecutivo pasa a la ofensiva y, según afirman sus operadores políticos, mantendrá esta posición ventajosa si así le place, hasta final del año.

Ya tiene, con dos votos más, asegurado el quórum parlamentario, ya no tiene por qué temer a la efímera mayoría opositora en el Parlamento, que no duró ni un mes y que le obligó a exhibirse con violencia en las calles durante 72 horas de abril, cuando el empresariado tembló al ver el hotel apedreado. Ya puede darse el lujo el gobierno de retrasar todo lo que desee la negociación de los 25 altos cargos, buscando tiempo para conseguir los 56 votos que necesita para elegir a candidatos incondicionales a los intereses de Ortega.

“¿DE QUÉ SE ASUSTAN?”

Fue hasta el final de su discurso a los empresarios que Ortega entró a este tema crítico: cómo elegir y a quiénes elegir. “Tenemos que fortalecer las instituciones -dijo-, pero sin perder de vista el sistema que tenemos, un sistema de partidos políticos, y es ahí donde se juegan los intereses políticos”.

Comparó el sistema nicaragüense con el de Estados Unidos y Europa. No hay de qué asustarse: en Estados Unidos sucede lo mismo que en Nicaragua: “Si el Presidente es demócrata aprovecha para meter en la Corte a gente suya”… El problema de la elección de los 25 cargos pendientes sólo “lo resuelven los partidos políticos que tienen representación en la Asamblea”, afirmó categórico, desestimando la participación que en una sociedad democrática la ciudadanía y los sectores ciudadanos organizados deben tener a la hora de seleccionar a sus mejores hombres y mujeres para que los representen en las instituciones del Estado cumpliendo las leyes.

Obvió también el Presidente algunas realidades del actual sistema de partidos políticos. Que el FSLN es un partido que no cumple con sus propios estatutos internos. Que la ley electoral pactada entre él y Alemán está orientada a destruir el pluralismo político y el pluralismo partidario forzando el bipartidismo y convirtiendo en un esfuerzo imposible la creación de un partido y la formación de alianzas partidarias. Que controlando desde el Ejecutivo el Poder Electoral los partidos del pacto han cancelado partidos, etcétera, etc.

“¿ME DAN RESPALDO PARA DISOLVER LA ASAMBLEA?”

Continuó el discurso presidencial. ¿Qué nos quedaría si no aceptamos esa realidad, que la política la resuelven únicamente los partidos?, se preguntó Ortega para responderse: “Quedaría una solución de fuerza: Podríamos decir ¡Disuélvase la Asamblea Nacional y que ocupen escaños delegados del COSEP, delegados de la UNAG, de los estudiantes, de la sociedad civil…!” Y volviendo en sí se replicó a sí mismo: “¡No! ¡Imagínense: sería una hecatombe, dirían que es una dictadura!”.

Inmediatamente, desarrolló mejor su propuesta: “Sería una salida que todos los que tienen posiciones que no coinciden con la de los partidos políticos que están en la Asamblea ocupen escaños… Que tengamos de nuevo un Consejo de Estado como el que tuvimos recién el triunfo de la revolución, donde estaba la empresa privada, los estudiantes, los trabajadores. Estaban todos los sectores ahí. Ése fue el Consejo de Estado, la Asamblea más representativa, diría yo. Estaba todo el mundo… Eso lo podríamos reeditar. Si ustedes me dicen que lo reeditemos, ¡yo voy y lo reedito! Si el COSEP me da el respaldo, yo lo reedito: ¡Ya disuelvo la Asamblea Nacional y vamos a ocupar la Asamblea Nacional y vamos a elegir! Ustedes tienen la palabra. Mientras tanto, no me queda más que ir conversando con ellos, para ver cómo llegamos a un acuerdo…”

¿POR QUÉ SE REÍAN?

Al escuchar esto, en la transmisión televisiva del día siguiente, pudimos ver a un buen grupo de empresarios, los que la cámara enfocó, riéndose de lo que dijo Ortega. ¿Reían por cortesía? ¿Eran risas nerviosas? ¿Risitas de compromiso? Una hilaridad difícil de interpretar: caras vimos, corazones no supimos… No han hecho comentarios sobre la “broma”. Sobre el encuentro sí: el empresario más poderoso del país, Carlos Pellas, afirmó que había sido “muy positivo”.

El encuentro con el gran capital terminó en la noche. Se desarrolló a puertas cerradas y sin periodistas. Pero este final del discurso de Ortega, esta propuesta, fue conocida al momento en palabras del asesor económico del Presidente, Bayardo Arce. Arce -de quien el Presidente dijo en su discurso que era “el operativo, el que está en el día a día”- salió de la sala para comunicar únicamente esto a los periodistas, que esperaban afuera. Un proceder indicativo de que se trataba de un mensaje fríamente calculado.

REVELADOR MENSAJE

La propuesta de Ortega revela su deseo. Es difícil creer que fuera un chiste, una broma -como han dicho algunos de sus funcionarios- porque el Presidente nunca apela al humor en su oratoria. Nunca ríe. No hay por qué creer tampoco que estuviera lanzando una amenaza porque nunca avisa ni advierte sobre lo que hará. Lo hace. Es más verosímil que sacara ese as de la manga traicionado por su inconsciente, anclado nostálgicamente en las realidades políticas de los años 80, desde el que se autopercibe, treinta años después, como dueño y salvador del país, decidido a hacer avanzar su proyecto al margen de las leyes sabiéndose en control de un empresariado tímido.

A lo largo de su discurso, y de varias maneras, Ortega reiteró a la cúpula empresarial el que ha sido hasta hoy su mensaje central para ellos: “zapateros a sus zapatos”, empresarios a sus empresas, ocúpense ustedes de sus negocios que yo me ocupo de la política… también de hacer negocios… y sería hasta capaz de hacer esto que les digo...

REVELADORA PASIVIDAD

Que el poder político en el gobierno piensa así ya lo sabemos. Que el poder económico no comience a reaccionar es extraño. El capcioso mensaje con que Ortega los aquieta y los pone en su lugar es similar al que Somoza enviaba a los empresarios de su tiempo: ustedes hagan negocios y déjenme a mí la política. Pero el proyecto de Somoza de acumular capital no incluía el objetivo de trastocar el esquema básico con el que funciona la economía de mercado. El proyecto del Estado-Partido-ALBA que Ortega viene construyendo con el apoyo de la Venezuela de Chávez sí tiene ese objetivo. Y hacia eso dirige sus esfuerzos.

Ortega aspira a redefinir el Estado y en esa redefinición incluye trastocar la estructura económica nacional. La cúpula empresarial ya tiene señales de que ese proyecto está en marcha. Pero aún creen que es posible la convivencia pacífica con ese proyecto. No se dan cuenta de que sólo es cuestión de tiempo. La redefinición y refundación del Estado tiene ya fecha: noviembre de 2011, cuando Ortega sea reelegido o por el voto popular o por el Poder Electoral.

Si la “broma” reveladora del Presidente seguramente tiene base en el pasado, en la nostalgia de los 80 que experimenta el mandatario, tal vez la risa del empresario Pellas -y su valoración del encuentro como “muy positivo- y las carcajadas de sus colegas tengan también base en una percepción equivocada, que mira al pasado: pensar que Ortega y su grupo ya aprendieron de los errores de los años 80, que los tiempos cambiaron y el FSLN también, y que no los van a tocar…

El Socialismo delsiglo 21 los quiere tocar. Si continuan creyendo que podrán seguir riendo pasivamente, tal vez dejen de ser zapateros y se queden sin zapatos a los que dedicarse…

PESCANDO VOTOS

La Asamblea Nacional, constitucionalmente “el primer poder del Estado”, es el único ámbito de poder institu¬cional que no controla plenamente el Ejecutivo. De ahí los denodados esfuerzos por revertir esa situación. Ahora, ya cuenta Ortega con los 47 votos con los que hacer quórum en el Parlamento y aprobar todas las leyes. Le toca ahora conseguir 56 votos (dicen que tiene 52 y medio…) para lograr dos cosas. Una, una reforma-express a la Constitución, que elimine el impedimento constitucional a su reelección, ya que la resolución judicial que le fabricó la Corte Suprema en octubre de 2009 permitiéndole ser candidato es de escasa legitimidad. Dos, la elección de 25 altos cargos con personas obsecuentes a sus intereses.

Frenar a Ortega en su voluntad de tener control de la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional no va a ser difícil, pues ese poderoso caballero que es Don Dinero (cargos, embajadas, prebendas, regalías…) se ha convertido en el “parlamentario” más activo en las últimas semanas. El vocero de Ortega en la Corte Suprema, el magistrado Rafael Solís, admite sin vergüenza cómo pesca votos el FSLN buscando el 56: “El Frente puede hablar con dos o tres diputados sobre la posibilidad de que ellos mismos ocupen otros cargos, o sus correli¬gionarios, o sus familiares. Eso es lo más normal del mundo”.

LA DORADA META DEL 2011

En este contexto, el objetivo de Ortega en las elecciones de 2011 no es sólo presentarse como candidato y ser reelecto, sino conseguirlo con un porcentaje tal que le asegure una mayoría absoluta de diputados. Esa mayoría parlamentaria le liberará de la inversión en tiempo, energías y recursos financieros que le ha costado neutralizar prácticamente a la actual oposición parlamentaria. Esa mayoría le permitirá refundar el Estado a su antojo. El objetivo de la oposición para 2011 es doble: lograr un CSE fiable y lograr la unidad de toda la oposición en una única alianza. Y si esa unidad resulta imposible -como hasta ahora lo parece-, forzar una segunda vuelta. Tres objetivos opositores que parecen cada vez más lejanos, incluso utópicos y ucrónicos.

CON TRES VENTAJAS:
ABSTENCIÓN, MIEDO Y FRAUDE

Aunque el escenario político-electoral es el terreno en donde confluyen hoy todas las ambiciones, especulaciones, temores, esperanzas y discordias, ese escenario no se ha definido aún.

A inicios de mayo, cuando terminamos de escribir este texto, lo que tenemos más claramente definido es un partido de gobierno, el FSLN, que aunque no logra, ni quiere lograr, un consenso nacional, sí controla todo o casi todo en las instituciones del Estado, mantiene prácticamente intacto su piso-techo de 38% de simpatías y se lanza a incrementarlo con los que han llamado PIR (Proyectos de Impacto Rápido), para conseguir que los votos del 2011 le den mayoría parlamentaria. (De ese tipo de proyectos clientelistas en la Educación hablamos en las páginas siguientes de este mismo número de Envío).

Cuenta también el partido de gobierno con tres elementos no cuantificables, pero ya presentes en la atmósfera política: abstención, miedo y fraude. Una mayoría descontenta, esa “oposición” que no está ni en la Asamblea ni en los partidos ni en los medios, no votará si no encuentra una alternativa de oposición que la entusiasme. El temor al fraude con un CSE igual al actual también dispararía la abstención. Y también hay miedo. Ya hay miedo a opinar políticamente. Según Carlos Denton, en la última encuesta política de abril realizada por Cid-Gallup, detectaron, con sorpresa y preocupación, reservas y temores similares a los que antes de las elecciones de 1990 -en las que perdió el FSLN- tenía la población para expresar con confianza su opinión.

PRIORIDAD: NO EL CANDIDATO,
EL PROGRAMA

Desafiando al FSLN, y abriéndose camino con dificultades, apareció en mayo un nuevo grupo, la Alianza Patriótica Nacional, en la que participa el Movimiento Renovador Sandinista, parte del PLI (tienen casilla electoral), parte de los Contras del Partido de la Resistencia y personalidades y movimientos sociales.

Nacen afirmando que no son una “tercera vía” porque en Nicaragua no existe “segunda vía” si Alemán encabeza la unidad opositora. Lo explica así la fundadora del MRS, Dora María Téllez: “Lo hemos dicho con todas sus letras: el MRS nunca, bajo ningún concepto, en ninguna circunstancia, participaría en una unidad opositora en que estuviera Arnoldo Alemán de candidato. Porque Alemán es la otra pata del pacto que tiene a las instituciones de Nicaragua hundidas. Nuestra preocupación es la unidad política de la oposición para enfrentar las consecuencias del pacto y para impedir el intento de Ortega de imponer una dictadura… Nuestra prioridad es lo que va a hacer Nicaragua después de Daniel Ortega. Las instituciones públicas requieren una limpieza y el gobierno requiere efectividad contra la pobreza y el desempleo. ¿Primero el candidato y después el programa? No, primero el programa, un compromiso serio, y después el candidato”.

PRIORIDAD: EL CANDIDATO

En la acera más amplia -y hasta confortable- de la oposición está el liberalismo, desunido entre el PLC -que ya se ha casado con la candidatura presidencial de Arnoldo Alemán- y el Movimiento Vamos con Eduardo (no tiene casilla en la boleta electoral). Con la etiqueta “liberal” aparece también la Alianza Liberal Nicaragüense, en la práctica bajo la influencia del FSLN y por ley compartiendo con el FSLN el control de todo el entramado electoral hasta las juntas de votación. También son aliados del FSLN el partido de raíz evangélica Camino Cristiano y Alternativa por el Cambio. El Ejecutivo colocó nuevamente en este terreno al Partido Conservador, al devolverle la personería jurídica que le arrebató arbitrariamente hace dos años.

De momento, en todos estos grupos políticos nadie habla de programa, nadie presenta ninguna propuesta programática. Todos tienen una única meta -sacar a Ortega del gobierno-, todos aceptan la candidatura de Alemán y al mismo Alemán, por ser “una realidad política” y todos disputan agriamente sobre candidaturas presidenciales y diputaciones futuras.

TIENE QUE LLOVER

Así estamos, cuando ya es invierno en Nicaragua y llueve sobre los campos sometidos a una severa sequía el año pasado. Los campesinos esperan que sean buenas las cosechas, que haya comida este año y el próximo.

¿Lloverá sobre tantas otras sequías...? Como proponía aquella canción de hace muchos años, todos también esperamos una mejoría, la germinación de algo nuevo. Buscamos señales, “señales que anuncien que la siesta se acaba, que una lluvia fuerte limpiará nuestra casa”. Conscientes también de que no hay soluciones de corto plazo. Sabiendo también que “hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover, tiene que llover a cántaros”.

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