Guatemala
Memoria y desencanto un año después de Gerardi
No fue un error firmar la paz. El error son las incoherencias políticas del gobierno, y las inequidades económicas que promueven empresarios y banqueros al amparo del gobierno. Sin los poderes reales que aún deciden en Guatemala sin su impunidad, no se explica el asesinato de Monseñor Gerardi.
Juan Hernández Pico, SJ
"Cien mil lo aclaman" fue el titular de Prensa Libre, el principal periódico de Guatemala, el lunes 26 de abril, en el primer aniversario del asesinato del obispo Juan Gerardi, narrando la celebración en la Plaza de la Constitución, entre la Catedral y el Palacio Nacional, que congregó a una gran multitud. Mucho mayor que la que se reunió cuando se firmaron los acuerdos de paz el 29 de diciembre del 96.
Un obispo me preguntó: "¿Cuánta gente creés que había?" Acostumbrado a las exageraciones sobre multitudes, le respondí: "Como treinta mil". "¡No, hombre!". Yo pensé que había exagerado. "¡No! –me dijo-, entre cincuenta y setenta mil." Mucha gente, ciertamente. Repartí la comunión en la plaza y me costó muchísimo abrirme camino hasta el centro entre las tupidas filas. La mayoría, gente humilde y en gran parte indígena, mucha juventud, y toda la comunidad que lucha por los derechos humanos, contra la impunidad y por una paz que no sea sólo de papel. Todas, todos gritando a una sola voz en un clamor estruendoso: "¡Guatemala, nunca más!". A diferencia del año anterior, en el funeral y entierro de Monseñor Gerardi, ni un solo miembro del gobierno de Guatemala presente oficialmente. Y como un signo impresionante, nadie en el Palacio Nacional, ni en las ventanas ni en la azotea.
"Misa única" y misa campalLa misa fue a las diez de la mañana. Presidida por el Arzobispo Próspero Penados, acompañado del Presidente del CELAM y Arzobispo de Tegucigalpa Andrés Rodríguez y del Secretario General del CELAM. Llegaron muchos otros obispos, entre ellos todos los de El Salvador. Y más de 300 sacerdotes. En la víspera, en la mañana del domingo 25 de abril, se celebró en la ciudad una sola misa, una misa única. La situación, inédita en el país, recordaba el gesto de Monseñor Romero el domingo posterior al asesinato de Rutilio Grande en marzo de 1977.
Desde las ocho de la mañana cuatro columnas de gente marcharon desde los cuatro puntos cardinales de la capital. Cuatro torrentes de gente, muchas, muchas mujeres. Se dice que no se había visto una concentración así desde el entierro de Manuel Colom Argueta, ex-alcalde de Guatemala, asesinado hace 20 años. Algo nuevo está pasando en Guatemala. Algunos analistas resaltaron que la sociedad civil -incluida la no creyente- aprovechaba para manifestarse acudiendo a la convocatoria de la Iglesia Católica. También es verdad que la Iglesia Católica es en Guatemala -según encuestas de opinión- la institución que inspira más confianza, seguida por los medios de comunicación, en especial la prensa escrita.
Al aire libre y a pleno pulmónEn 1998, en el funeral de Monseñor Gerardi, celebrado dentro de Catedral, la voz del obispo Gerardo Flores, de Las Verapaces, se elevó con acentos proféticos. Este año no fueron tanto sus palabras. El signo fue la gente. Y la palabra de la gente con su interminable "¡Guatemala, nunca más!" Flores insistió en que la convocatoria era una celebración pascual y no una medida de presión social. El lugar y la multitud lo desmentían socialmente.
La gente celebraba. La animación antes de la misa fue de gran alegría y gran determinación. Con todo, la gente también estaba allí para exigir. Tal vez porque habían hecho esta valoración: "Si vamos, no va a pasar lo de antes, no nos van a echar a los antimotines, no va a haber lacrimógenas, no van a volar bala, vamos a decir nuestra palabra, y después no va a haber represalias." Y todo esto a pesar de que a corto plazo la gente no ve los frutos de la paz y sigue comiendo poco, caro y con cólera.
¿Fue un error firmar la paz?Una semana después de la gran concentración popular y religiosa para celebrar a Gerardi y exigir el esclarecimiento de su asesinato, el cese de la impunidad, el fin de la Guatemala del pasado, Siglo XXI -otro de los importantes periódicos de Guatemala- publicaba a grandes titulares: "Zelaya: fue un error haber firmado la paz".
Raquel Zelaya, autora de esta frase, es una economista de nota, negociadora de los acuerdos de paz por parte del Gobierno de Arzú, directora de la gubernamental Secretaría de la Paz (SEPAZ) y copresidenta de la Comisión de Acompañamiento para el cumplimiento de los acuerdos.
¿Qué había pasado para que se expresara así ante los medios? Había conocido extraoficialmente los resultados de un sondeo de opinión del PNUD sobre el proceso de paz. "El sondeo revela que un 32% de los entrevistados afirman que el fin del enfrentamiento armado no traerá ningún cambio importante a su comunidad, mientras que otro 27% estima que, en general, los tratados les han sido negativos". Siglo XXI explicaba algunas de las razones de la gente para opinar así: "Todo sigue igual, no se combate a la delincuencia, los acuerdos son pura política, no han generado trabajo".
En Siglo XXI, Raquel Zelaya confesaba: "Tengo que admitir que no ha habido posibilidad de que las personas valoren los beneficios, tal vez porque no existen, de allí que sea justo preguntarse si fue un error haber firmado la paz, si antes era mejor que ahora". Y continuaba, recalcando que no decía todo esto con ironía, aunque su propia percepción fuera distinta, por el sesgo que tiene la de una persona que "dedica 24 horas a su trabajo". Con todo, manifestaba Zelaya: "Si el sondeo dice que el esfuerzo ha sido estéril, no puedo más que admitirlo. Lo digo sin ironía y con profunda tristeza: creo que se cometió un gran error al firmarse la paz".
Días después, Raquel Zelaya, a través de Prensa Libre, señaló que al titular aparecido en Siglo XXI le faltaron los signos de interrogación, y señaló que era imposible que ella se expresara así, trabajando donde trabaja. De todas maneras, cualquiera podría haber expresado una opinión así.
"Hay un poder paralelo"No es ésta la única opinión pesimista, sellada por el desengaño. En una entrevista del 18 de abril a El Periódico, le preguntaron a Nineth Montenegro, una de las fundadoras en los años 80 del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), conformado por familiares de desaparecidos, hoy diputada en el Congreso por el Frente Democrático Nueva Guatemala, por qué el gobierno de Arzú no acepta la recomendación hecha por la Comisión de Esclarecimiento Histórico de depurar al Ejército. Montenegró respondió: "Porque hay poderes reales que aún conducen los destinos del país. Hay un poder paralelo que tiene sojuzgado al estado de derecho y mantiene niveles de impunidad. Si no fuera así, no habría ocurrido el caso de monseñor Gerardi".
Ana María Rodas, una de las mejores poetas guatemaltecas actuales, escribe una columna semanal en El Periódico dominical. En la del 18 de abril, titulada "Por causa de Pinochet", lamenta Rodas que este "nefasto militar" mantenga a buena parte de la población de Chile dividida en torno a él "a un cuarto de siglo del golpe". Y sigue, sobre Guatemala: "Pues igual; víctimas somos todos los guatemaltecos de la saña espantosa con que nos hemos matado a partir de 1954. Y no nos engañemos: la dichosa firma de 1996 no nos ha conducido a alivio alguno, porque es evidente que la muerte –no la normal que a todos llega al final de la vida- se encuentra enloquecida y suelta en las calles, ciudades, pueblos y aldeas de este país, sin que haya interés alguno en detenerla". Continúa la poeta: "Admiro a quienes luchan por lograr un futuro pacífico en el país. Pero hoy por hoy, viendo a políticos, líderes y dirigentes nacionales dedicados a contemplarse el ombligo, escondiendo su conservadurismo a ultranza en "la tradición", y buscando su beneficio personal –que es la verdadera tradición guatemalteca- no tengo esperanzas."
Muchas cosas van malEste amargo desencanto es el aire que se respira en Guatemala en este primer aniversario del crimen que nos arrebató al obispo Gerardi. ¿O es tal vez la lluvia ácida por tantas cosas que van mal y que contaminan la atmósfera? Muchas cosas van mal. Una, la persistencia del Ejército como poder especial del Estado, que con conciencia de vencedor en la guerra -a pesar de los acuerdos de paz-, impone a su alrededor un cordón sanitario que garantiza su impunidad y mantiene sus negocios. Otra, la vox populi que desconfía cada vez más de que la venta de la empresa estatal de comunicaciones TELGUA haya sido hecha con honestidad y transparencia, y empieza a hablar de que algunos altos funcionarios del gobernante PAN son los que se han aprovechado de sus puestos para hacer negocios y aumentar fortunas. De esto, sólo hablaban hasta ahora la oposición -el FRG de Ríos Montt- o algunos medios en confrontación con el gobierno de Arzú. El problema, también en esta ocasión, no es sólo que el César sea o no honrado sino también que, si lo es, lo parezca.
Además, está la enorme tardanza en la elaboración de las reformas constitucionales -necesarias para cumplir los acuerdos de paz y poner al país en posibilidad de una verdadera transición democrática-, y la consecuencia que esto trajo, al llevarlas a referendo sin tiempo para un debate que informara a la población y le permitiera superar el abstencionismo.
Encima de todo esto está la incapacidad de los partidos representados en el Congreso para haberse puesto de acuerdo en las reformas a la Ley Electoral, exigencia de los acuerdos de paz. De nuevo, no habrá fiscalización de los presupuestos de las campañas electorales, los partidos y no el Tribunal Electoral seguirán haciéndose cargo del transporte de los votantes , sólo habrá juntas electorales y urnas en las cabeceras municipales y no en las aldeas -no habrá voto domiciliar- y no se adelantará la fecha de las elecciones para evitar que coincida con la cosecha de café o se pueda provocar un vacío de poder por la cercanía de la segunda vuelta a la toma de posesión, si es que se impugnan los resultados.
Larga lista de decepcionesHay más problemas. Los precios de los combustibles trepan a las nubes y, con ellos, sube el costo de la vida.
Los diputados del Congreso se decretan un aumento de salario de cinco mil quetzales mientras los salarios mínimos apenas llegan a cubrir un cuarto de la canasta de bienes básicos y la mitad de la de alimentos.
La inseguridad e impunidad continúan: los jueces absuelven a un ladino, ex-patrullero de autodefensa civil, acusado por testigos indígenas de enormes crímenes durante el conflicto armado; y otros doce ex-patrulleros -también ladinos-, condenados hace un año a más de 20 años, son liberados de la prisión por una turba de 400 ex-patrulleros.
Rigoberta Menchú abandona su papel de "querellante adhesiva" en el proceso de los soldados y el oficial que perpetraron la masacre de Xamán porque las continuas demoras hacen imposible a su Fundación seguir sosteniendo los costos.
Hellen Mack lleva ya nueve años tratando de que se llegue a celebrar el juicio contra los altos militares -presuntos autores intelectuales- del asesinato de su hermana, la antropóloga Myrna Mack. Y así, toda una larga lista con motivos para la decepción.
Paz: lo mucho que falta
Evidentemente los acuerdos de paz no fueron "un error". No lo son. Pero esto sólo se evidencia a quien tiene el tiempo de leerlos, analizarlos y seguir el arduo camino hacia su cumplimiento, queriendo hacerlo no como espectador sino como participante y demandante de coherencia a las autoridades que también deben cumplirlos.
Algunos ejemplos. En manos del gobierno está el ingente trabajo de la Comisión para el Fortalecimiento de la Justicia. Gran parte de su contenido ha pasado a integrar las reformas constitucionales votadas en el Congreso que se presentaron a referendo. Sin embargo, al mismo tiempo sigue sin incrementarse significativamente el presupuesto para el sistema judicial del país.
Ha comenzado a trabajarse científicamente en el levantamiento de un catastro nacional, capaz de provocar un auténtico terremoto en el régimen de propiedad de la tierra rural y urbana y en los impuestos que las propiedades raíces deben pagar al Estado. Hacer este catastro exigirá mucho tiempo, mucho financiamiento y mucha voluntad política. Pero, ya al comenzar un plan piloto en la capital, el Ejército levantó un derecho de censura a fotografías aéreas de sus instalaciones militares.
Hay más. Se retrasa una y otra vez la constitución del Fondo de Tierras previsto en los acuerdos. Terminan las labores de la Comisión de Esclarecimiento Histórico con un valioso informe -"Memoria del Silencio"- que ahonda en las raíces históricas del conflicto, desvela la tremenda crueldad de la represión estatal -que exageró en todos los momentos de la guerra el tamaño de las fuerzas guerrilleras-, descubre las graves manchas éticas de los insurgentes, y hace recomendaciones humanas y profundas a los diversos poderes del Estado. Pero el gobierno no escucha la mayoría de estas recomendaciones, mostrando así que ha perdido definitivamente la autoridad que tuvo en su primer año para hacer prevalecer el poder civil sobre el militar.
Finalmente, el gobierno ha reestructurado la recaudación de impuestos creando la Secretaría de Administración Tributaria, con nuevos métodos de control para evitar la evasión; pero, ofuscado por las posibilidades del año electoral, ha estado a punto de inyectar en el mercado una sobrecarga enorme de dinero dirigido a proyectos elaborados apresuradamente, capaces de reinstaurar serios índices de inflación y de dejar vacías las arcas del Estado al sucesor.
El doble juego del gobiernoEl 3 de mayo, al día siguiente de las declaraciones de Raquel Zelaya, Edgar Gutiérrez, jefe de redacción de El Periódico, expresó una opinión distinta: Señala "el juego de doble moral de este gobierno: decir que aquí se está construyendo la paz y, a la vez desatar una obscena acumulación de riqueza en base al piñateo de los bienes públicos. Hablar de paz cuando el costo de la crisis financiera, provocada por la ineficiencia y torpeza de empresarios y banqueros, está doblando las espaldas de ocho millones de guatemaltecos, quienes, sin embargo, sobreviven estoicamente sin fusiones subsidiadas, ni créditos regalados, ni tráfico de influencias, ni protecciones arancelarias. Pregonar la paz y cobijar la impunidad". Gutiérrez saca una conclusión con la que podemos estar acordes: "No fue un error haber firmado la paz, como dice Raquel Zelaya. El error es la incoherencia política".
Y es la incoherencia política la que puede precipitar en el fracaso el arduo camino que Guatemala ha iniciado hacia una transición democrática.
¿Entusiasmo por la transición?En Guatemala existe hoy una inédita apertura de cauces para la participación de las organizaciones de la sociedad civil, para la expresión de las tendencias políticas y para la presentación de diferentes proyectos de nación.
Lo muestra la respuesta multitudinaria a la convocatoria de la Iglesia Católica para conmemorar el asesinato de Monseñor Gerardi. Lo muestra la presencia del informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico por más de un mes en las páginas de los diarios, el juego libre de opiniones diferentes respecto al informe y el reparto de resúmenes atractivos del informe en ediciones de estos mismos diarios y en fechas diferentes. Lo muestra la búsqueda de caminos para asimilar estructuralmente el informe en instituciones educativas del país, lo que de alguna manera implica la ruptura del telón del miedo.
Sin embargo, y a pesar de todas estas positivas señales, el sondeo del PNUD pone de manifiesto que no genera entusiasmo y es inestable una transición política que no va acompañada de pasos firmes y constantes hacia la democratización del crédito, la creación de empleo, la remuneración justa del trabajo, el acceso a los servicios con precios moderados y especialmente, hacia la dignificación de la vida por una salud, una educación y una vivienda mejores, hacia un futuro con seguridad.
16 mayo: referendoEl primer aniversario del asesinato del obispo Gerardi hace imposible olvidar que existen fuerzas refugiadas en la oscuridad, aferradas a la impunidad, que rechazan una interpretación del pasado que no sea la de la historia oficial. Este rechazo es una amenaza para la pervivencia de esa nueva confianza para expresarse que comienza a quebrar el silencio del miedo. De esta manera, el camino hacia la transición puede resultar tan inestable que en el referendo del 16 de mayo sobre las reformas constitucionales la minoría que vote identifique las reformas con el resurgimiento de la guerra, el incremento de la inseguridad y una escalada de los impuestos y triunfe el NO sobre el SÍ.
Si el NO triunfa, no se aprobará el reconocimiento constitucional del carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe del Estado guatemalteco. Ni la desmilitarización del Estado, ni el control civil sobre los aparatos de inteligencia militar, ni el que éstos sean despojados de su capacidad de darle al ejército instrumentos de vigilancia total sobre la ciudadanía, ni la exigencia de tranformación del organismo judicial, ni el fortalecimiento de la justicia. No se aprobaría nada de lo que consagra constitucionalmente el cambio de una sociedad racista, insolidaria, intolerante, injusta y autoritaria en una sociedad respetuosa, solidaria, tolerante, justa y democrática.
Proceso Gerardi: cronologíaEs en este contexto donde podemos calibrar la evolución en el proceso de investigación del asesinato de Gerardi. Antes que nada, una breve cronología.
24 abril 1998 - La Iglesia Católica de Guatemala presenta en la Catedral de la capital el informe de Rescate de la Memoria Histórica "¡Guatemala, nunca más!". El obispo Gerardi, su principal promotor y animador, es también su principal presentador.
26 abril, domingo - Gerardi es asesinado en el garage de su casa parroquial. Le destrozaron el cráneo y el rostro con una piedra y otros objetos contundentes. Su vicario cooperador, el sacerdote Mario Orantes, descubrió su cadáver después de media noche y avisó al Canciller de la Curia Arzobispal, monseñor Efraín Hernández, a los bomberos y a la familia de Gerardi. Las primeras investigaciones las realizó el Fiscal de turno, Otto Ardón, pariente de militares. En la madrugada del 27 y durante la mañana de ese día la escena del crimen fue contaminada y empezaron a desaparecer objetos y rastros.
28 abril - El Presidente Arzú nombra una comisión de alto nivel y pide a los obispos que se integren a ella. Los obispos se niegan.
30 abril - La Policía captura a Carlos Enrique Vielman, zapatero y borrachito, en base a retratos hablados de unos indigentes. El Juez Isaías Figueroa dictó el 5 de mayo auto de prisión y procesamiento contra Vielman por asesinato. El acusado se declaró inocente.
1 mayo - Expertos del FBI investigan en el lugar del crimen.
11 mayo - La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, a través de su representante legal, Ronalth Ochaeta, se hace querellante adhesivo en el proceso.
6 junio - La Policía captura como sospechoso a Iván Alexander Hernández cuando traficaba drogas. Nunca se llegaron a formular cargos en su contra.
13 julio - En Madrid, Ochaeta afirma que dos militares, Byron Lima Oliva -oficial de alta en el Estado Mayor Presidencial- y su padre, Byron Lima Estrada, son los autores intelectuales del crimen.
22 julio - Son apresados con lujo de fuerza y publicidad el padre Mario Orantes y la señora Margarita López, cocinera de la casa parroquial donde vivía Gerardi. Es capturado también el perro de Orantes, llamado Balú.
27 julio - El juez Isaías Figueroa ordena la prisión y el procesamiento de Orantes por asesinato (sin fianza) y la prisión (conmutable) por complicidad de Margarita López. Ese mismo día es liberado Vielman.
28 julio - Margarita López es puesta en libertad condicional.
6 agosto - Orantes es trasladado a un hospital por quebrantos de salud. Esto sucederá repetidas veces hasta febrero de 1999.
17 agosto - El gobierno de Arzú deja sin efecto la comisión de alto nivel.
1 septiembre - Orantes afirma su inocencia en una carta pública.
17 septiembre - Después de varias solicitudes de la ODHA y la Iglesia es exhumado el cadáver de Gerardi a petición del fiscal Ardón.
18 septiembre - El experto español José Reverte examina el cadáver de Gerardi y confirma su opinión de que el obispo fue atacado por el perro Balú. El forense guatemalteco que había examinado el cadáver en abril y varios otros expertos disienten firmemente de esta opinión. El cadáver vuelve a ser inhumado ese día. En los días subsiguientes Reverte es recusado por el abogado defensor de Orantes por anticipar públicamente opiniones sobre las causas de la muerte de Gerardi.
2 diciembre - El fiscal Ardón presenta su renuncia al caso Gerardi, después de haber sido acusado innumerables veces de parcialidad.
4 enero 1999 - Un ex juez, familiar de los militares sospechosos, afirma haber visto un informe de inteligencia militar que coincide con sus propias conclusiones: Gerardi habría sido asesinado por la banda Valle del Sol, dedicada al robo de imágenes sagradas, con la que estaría involucrada una sobrina del Canciller de la curia Efraín Hernández. Ese mismo día se hace cargo del caso el fiscal Celvin Galindo, quien comienza a afirmar que investigará todas las hipótesis del caso. En enero, se recusa al juez Figueroa. Aunque la Corte Suprema lo apoya, renuncia.
30 enero - Asume el caso el juez Henry Monroy, el mismo que ordenó procesar a los tres altos militares a los que Hellen Mack acusa de ser los autores intelectuales del asesinato de su hermana Myrna.
17 febrero - El juez Monroy clausura provisionalmente el proceso abierto contra el padre Orantes y le otorga la libertad. El mismo día toma declaración a un testigo, Diego Méndez Perussina -sobrino de un ex ministro de la Defensa-, quien anotó la placa de un vehículo estacionado en las cercanías del lugar del crimen esa noche. La placa pertenece a un vehículo del Ministerio de Defensa y antes perteneció a un vehículo de la base militar de Chiquimula, de la que fue jefe el Coronel Byron Oliva Estrada. El testigo -bajo protección de la Misión de Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA) y de la ODHA- abandona el país en los días siguientes.
18 marzo - El Ministro de la Defensa afirma que militares de alta en el Estado Mayor Presidencial (EMP) habrían estado en la escena del crimen por haberlo así solicitado Hellen Mack a su amiga Raquel Zelaya, quien a su vez habría recurrido a Mariano Rayo, gerente de la Presidencia, para cumplir su solicitud. Con anterioridad, y varias veces, el Ministro había negado la presencia de militares en el lugar del crimen. Al día siguiente, Hellen Mack acusa de mentiroso y cobarde al Ministro y lo desafía a un careo. Afirma tener la cinta de la conferencia de prensa del Ministro y no acepta sus excusas, cuando dice que ha sido mal interpretado por los periodistas. Finalmente, Raquel Zelaya asume toda la responsabilidad por el incidente.
23 marzo - El fiscal Galindo anuncia que investigará la hipótesis del móvil político en el asesinato de Gerardi.
24 marzo -Renuncia el juez Henry Monroy por falta de apoyo a su labor. Más adelante afirmará haber sido presionado por El Poder Ejecutivo y no haber recibido apoyo de la Corte Suprema cuando le comunicó las presiones que recibía.
25 marzo - La Corte Suprema nombra a la Juez Flor de María García para ocuparse del caso.
13 abril - Dos oficiales del Estado Mayor Presidencial declaran ante la Juez García para determinar la presencia de militares del EMP en la escena del crimen en la madrugada del 27 de abril de 1998.
16 abril - Tres desconocidos allanan el domicilio de Ronalth Ochaeta, insultan a la empleada, desordenan todo delante del hijo menor de Ronalth y dejan en la casa una caja que contiene una piedra como la que mató a Gerardi. En esos mismos días el Pesidente Arzú afirma que pedirá a la ONU que verifique la transparencia con que su gobierno lleva adelante la investigación del caso Gerardi. Y que pedirá a los militares señalados que se sometan a la prueba del ADN, esperando que accedan a ello.
22 abril - El Presidente Arzú es recibido por Juan Pablo II en el Vaticano. El comunicado de la Santa Sede sobre la entrevista privada reafirma "la necesidad de que se haga luz cuanto antes sobre el doloroso caso del asesinato" de Gerardi. También dice que Arzú y el Papa hablaron sobre el "proceso de reconciliación iniciado en ese país y sobre las actuales relaciones entre el gobierno y la Iglesia en Guatemala".
22 abril - El fiscal Galindo solicita que 17 personas se sometan a la prueba del ADN, entre ellas 12 militares, 3 indigentes, un civil vinculado a la banda Valle del Sol -el novio de la sobrina del ex-Canciller de la Curia Arzobispal, Efraín Hernández-, y el padre Mario Orantes. La sangre extraída para la prueba será llevada por el forense del Estado, Mario Guerra, a los laboratorios del FBI en Washington para ser comparada con la que se encontró en un abrigo abandonado junto al cadáver de Gerardi y en otros lugares de la casa parroquial. El forense aseguraría la cadena de custodia de estas muestras de sangre.
Proceso Gerardi: seis teoríasEn El Periódico del 24 de abril Edgar Gutiérrez aborda la arquitectura de este crimen -que quiere ser un "crimen perfecto"- en el artículo "Seis teorías para un crimen".
La primera teoría es la de la delincuencia común. Se teje alrededor del borrachito Carlos Vielman, quien presuntamente habría sido torturado para obligarlo a declararse culpable. Los indigentes no tuvieron certeza al identificarlo en una rueda de presos. El FBI no encontró señas de su implicación. Al ser liberado en julio, fue detenido y acusado el padre Orantes.
La segunda teoría es la del crimen pasional. El móvil sería un caso de homosexualismo. Esta hipótesis corría ya en Catedral a los nueve días del asesinato. Un artículo en la revista New Yorker afirma que la Inteligencia Militar presentó esta versión al gabinete político de Arzú en los días siguientes al asesinato. Varios periódicos han afirmado que el Viceministro de Gobernación Gándara la propagó en ambientes diplomáticos, aunque el Viceministro lo desmintió. El abogado defensor de Vielman, Mario Menchú, afirmó en junio que el crimen había tenido móviles pasionales y el abogado Linares Beltranena lo apoyó en su columna de opinión. Se hace suponer que Gerardi habría descubierto en la casa parroquial una escena comprometedora, habría sido atacado por el perro Balú por orden de Orantes y luego asesinado. Esta hipótesis nunca se demostró. La ODHA la rechazó y el gobierno la desechó.
La tercera teoría es la del crimen doméstico. Por algún móvil -hasta ahora en la oscuridad- se implica en ella al sacerdote Orantes y a su perro Balú, así como a la señora Margarita López como encubridora. Esta hipótesis se basa en el testimonio "experto" del español Reverte sobre las marcas de mandíbula de perro en el rostro y cráneo de Gerardi, así como en la presunción de que la sangre encontrada en la casa parroquial correspondería a la de Orantes. La hipótesis ha quedado desechada en lo que toca al perro. No se ha demostrado la presunción y Orantes sigue vinculado al proceso.
La cuarta teoría es la del crimen organizado. La autoría del asesinato se atribuye en concreto a la Banda Valle del Sol. Se basa en la denuncia de una guatemalteca residente en Canadá, que algunos dicen es ex-cuñada de Efraín Hernández, Canciller de la curia. Esta mujer le habría escrito a Gerardi cartas revelando la implicación de Orantes, de monseñor Efraín y de su sobrina Lucía Escobar con la banda Valle del Sol, dedicada al robo de imágenes y pinturas religiosas. Monseñor Efraín renunció en febrero a la Cancillería al estar a punto de jubilarse por cumplir 65 años. Actualmente descansa fuera del país. Un ex-juez, pariente de militares sospechosos en el caso -los Lima, padre e hijo-, afirma que recibió los datos básicos de esta hipótesis del fiscal Ardón, que hizo una investigación por cuenta propia y llegó a estos resultados, y que compartió datos con la Inteligencia Militar y en concreto, con los Coroneles Pozuelos y Villagrán -jefe y segundo jefe del Estado Mayor Presidencial- y que a esa misma conclusión llegó también la Inteligencia Militar. Un día después de presentar el ex-juez esta denuncia al Ministerio Público, el 5 de enero, fue asesinado un miembro de la banda Valle del Sol. Dos días después, la Policía capturó a otros dos de sus miembros. La investigación sobre esta hipótesis sigue en curso. El fiscal Galindo no la ha descartado. La Iglesia la ha rechazado.
La quinta teoría es la del narcotráfico. El 5 de junio fue capturado Iván Alexander Hernández cuando traficaba drogas. Los indigentes del parque cercano al lugar del crimen habrían declarado contra él. Sin embargo, no fue reconocido por los testigos y quedó libre, aunque se iniciaron investigaciones sobre una mara "satánica" vinculada al narcotráfico, que opera en ese lugar. Los resultados no permitieron abrir un proceso.
La sexta teoría es la del crimen político. Es la hipótesis que favorece la ODHA, la Conferencia Episcopal, grupos de derechos humanos, MINUGUA, la Procuraduría de Derechos Humanos, congresistas estadounidenses y sectores de la comunidad internacional. Se basa en el papel jugado por Gerardi en el Quiché en los años 70, en los intentos de asesinarlo de los militares entonces, en su papel como inspirador del proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica, en que dos días antes había presentado el informe de este proyecto, en denuncias que implican a militares, en la declaración reforzada de un testigo, en todas las evasivas del Ministerio Público para explorar esta hipótesis y en las amenazas recibidas por los querellantes adhesivos, los testigos, un juez y un fiscal. La más importante de las bases que sustentan esta teoría es la negación reiterada de la presencia de miembros del Estado Mayor Presidencial en la escena del crimen la noche del asesinato, que fue admitida después, sólo cuando el Ministro de la Defensa quiso hacer responsable de esa presencia nada menos que a Hellen Mack. ¡La acusadora de ex-miembros de alta graduación del Estado Mayor Presidencial como presuntos asesinos de su hermana, los habría llamado a investigar el crimen de Gerardi!
Es importante señalar que la coartada del capitán Byron Lima Oliva para las horas en que Gerardi fue asesinado se ha desvanecido por haberse probado como falsa. Ha sido probado también que la placa del vehículo visto en las cercanías del lugar del crimen es del Ministerio de la Defensa, evidencia que había sido negada por el Ministro.
La teoría del crimen político apenas ha sido explorada y hasta ahora está siendo admitida por el Ministerio Público como relevante para ser investigada.
Caso Gerardi: piedra de toqueEn mayo, la portavoz de relaciones públicas de la Presidencia de la República, Yolanda Bollat, negó que el Papa hubiera pedido al Presidente Arzú resolver "cuanto antes" el caso. Triste colofón para una visita tan trascendental. Pésima postura diplomática, que reitera que, demasiadas veces, para este gobierno, "la foto", la imagen, vale más que la realidad. No fue así en el primer año del gobierno, cuando se corrió con presteza la carrera de las negociaciones hacia la paz. Grave tendencia ahora, cuando la paz, el cumplimiento de los acuerdos, no es ya agenda prioritaria. Y pueden esperar...
El caso Gerardi sigue abierto en la agenda de muchos. Es un paradigma, una piedra de toque para probar, entre otras muchas cosas, si existe o no voluntad política de que la autoridad civil prevalezca sobre el poder de los militares.
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