Panamá
Los primeros pasos del nuevo gobierno
El país comienza a caminar con un nuevo gobierno.
Hay asuntos serios y pendientes:
la Caja del Seguro Social, en donde faltan las medicinas,
los gastos en armamento,
las conexiones política-narcos,
el problema del agua en todo el país,
la deforestación y la gran exportación de madera...
Para todo esto no parece haber planes claros y concretos.
Jorge Sarsanedas
El nuevo gobierno de Laurentino Cortizo tomó posesión después de casi dos meses de “encuentros” más o menos amistosos entre los nuevos funcionarios. El gobierno tiene mayoría en el Legislativo, en la Corte Suprema de Justicia, y mayoría de alcaldes, aunque sólo consiguió un tercio de los votantes. El nuevo gabinete es una combinación de dos viejas figuras del PRD, con cuadros de hace diez años del gobierno de Torrijos, y con nuevas figuras de funcionarios con currículum técnico. Algunos ministros tienen “buena fama” (Economía, Educación, Ambiente, Cultura), de otros poco se sabe.
ASÍ QUEDÓ LA ASAMBLEA
En su discurso de toma de posesión, Cortizo no ofreció nada nuevo: las mismas promesas de campaña, el mismo discurso de “firmeza”, “equipo”, “incorruptibilidad”, mientras su partido, el PRD, se tomó la directiva de la Asamblea, haciendo una pequeña concesión a Cambio Democrático, el partido del encarcelado ex-Presidente Ricardo Martinelli.
De los 71 diputados, apenas el 19.7% son mujeres. Y sólo cuatro (5.6%) son indígenas, dos del pueblo guna y dos del pueblo ngäbe. Representan al 13% de la población panameña, que es indígena. El PRD de Cortizo perdió votos en la zona comarcal ngäbe-bugle. Por eso, en el marco de una visita del nuevo Presidente a la zona, hubo promesas: crear una universidad indígena, dando algunas becas a mujeres, promoción de siembra de café especial en la zona comarcal, entrega de textos a las escuelas y electrificación.
EL PAÍS CON MEJOR SALARIO PROMEDIO
Al término de un gobierno y al comienzo del siguiente se ofrecen algunos resultados del quinquenio que finaliza. El promedio de crecimiento económico en el país fue de 5.3% anual. La inversión extranjera directa subió un 21.4%. La inversión pública un 19%. Y según cifras oficiales, la pobreza se redujo un 19%, aunque eso no es muy visible.
En el quinquenio hubo aumento de salarios. Los docentes ganan ahora 1,200 dólares, los médicos 1,700 y los policías 900. El salario promedio mensual en la planilla estatal es de 1,445 dólares. El salario mensual promedio en el país fue en 2018 de 744 dólares, lo que hace de Panamá el país que tiene el mejor índice en América Latina. Eso, a pesar de que el 61% de la población económicamente activa tiene trabajos precarios y que el desempleo es del 6.5%. Por comparación: en Argentina el salario promedio mensual es de 513 dólares. Mucho más lejos está Nicaragua, donde es de 115 dólares.
EL CASO MARTINELLI... ¿Y LOS OTROS?
Una de las grandes preguntas de la ciudadanía para el nuevo gobierno es en qué quedarán tantos juicios y acusados.
Del caso Martinelli, el más sonado, ya hubo respuesta, la que se sospechaba desde que le dieron “casa por cárcel”, una medida que él celebró como si ya lo hubieran absuelto y con mariachi cantando “sigo siendo el rey”…
El acuerdo bajo la mesa entre el gobierno y el CD confirmó que ahí se cocinó el fallo absolutorio. La argumentación jurídica para declararlo “no culpable” fue extensa: la lectura requirió de cinco horas. En resumen, no se encontraron elementos suficientes para condenarlo porque hubo fallas técnicas en la acusación. Y aunque hay voces que se han levantado para protestar, hay demasiado dinero por medio y no van a pasar de ahí.
Además de este caso, hay otros “de alto perfil”, que se vienen investigando desde 2012 y están pendientes de resolución. Suponen una lesión al patrimonio público de 922.2 millones de dólares. Varios de esos casos se han ido “cayendo” por falta de pruebas suficientes, por una mala investigación, por decisiones absurdas de los jueces. ¿En qué va a quedar tanta corrupción, tanto ‘juega vivo’, tantas “aguas movedizas”, tantos “muertos” escondidos, tanto dinero mal habido...?
AUSTERIDAD CON EFICIENCIA: LA PRIORIDAD
El nuevo gobierno inició demostrando nuevos bríos. El primer gabinete de gobierno se celebró en la conflictiva, por abandonada, área de Veraguas y con el objetivo principal de mejorar los problemas del agro. Es una novedad que, después de cada reunión de ministros, dan una conferencia de prensa, lo que mejora el acceso a la información pública.
El gobierno ha planteado priorizar el eje de “austeridad con eficiencia”: menos viajes, menos gastos en carros y otros privilegios, exigir eficacia a los funcionarios, uso eficiente de los recursos… La política será de “contención del gasto”. Pero ya hay incongruencias: a pesar de que la educación fue proclamada como la “estrella” del nuevo gobierno, se le recortaron al presupuesto de educación 153.6 millones de dólares y en varios millones al de las universidades estatales. Aunque la educación es obligatoria en el país hasta el 11° grado, de hecho el promedio nacional es de 7 grados y en las comarcas indígenas de sólo 4.4 grados.
En la Asamblea Legislativa, donde el PRD de Cortizo empezó a actuar como aplanadora, no parece haber “contención” y ya se aprobaron 20 mil dólares mensuales para cada diputado y recursos para sus vehículos. Mientras, los diputados reelectos siguen sin presentar sus planillas de gastos del período anterior, y todo parece indicar que nos quieren marear con declaraciones de supuesta transparencia, acusaciones a diestra y siniestra e invocaciones religiosas, con tal de no rendir cuentas.
LA MIGRACIÓN Y EL MEDIOAMBIENTE
Entre los proyectos de ley presentados por los nuevos diputados, con gritos, amenazas e insultos, apareció un proyecto para “ordenar” la migración en Panamá, que resultó un alegato histéricamente xenófobo.
El tema de la migración fue muy llevado y traído al iniciar el nuevo gobierno. En 2018 ingresaron solamente desde Colombia, por Darién, 9,022 personas, la mayoría provenientes de países de Asia y África. No existen cifras de cuántos eran indocumentados -”irregulares” les llaman-. También se escucha que hay ya 280 mil colombianos y 350 mil venezolanos viviendo en Panamá. Del resto de nacionalidades no hay números.
Los temas ambientales quedan al margen a pesar de las urgencias. En Panamá, de las 1,731 especies que hay, 575 están amenazadas (el 33%), y de las 10,444 especies de plantas que tenemos, el 16% está en vías de extinción. La llamada “cuarta línea de transmisión eléctrica” se está planteando a un costo de 500 millones de dólares para que empiece a funcionar en 2023. Se dice que “servirá para desarrollar el Atlántico”, pero esa línea va a lo largo del Corredor Biológico Centroamericano.
Con relación a los bosques, de los del Darién, en la frontera con Colombia, se deforestan 11.6 hectáreas diarias, unas 4 mil al año. Así que aunque no tenemos el Amazonas en llamas, los bosques del Darién se nos están acabando. También está la Minera Panamá, que explotará cobre y oro.
Esa empresa canadiense, con minas e intereses en Perú, Argentina, Zambia, Congo, Mauritania, Turquía, España, Finlandia… y un gran problema en Alaska, ya inició a exportar concentrado de cobre. Pregona una minería “inclusiva, regulada y responsable”, pero ocupa 13,600 hectáreas de bosques primarios que formaban parte del Corredor Biológico Mesoamericano, y anuncia que trabajará durante 40 años en ese lugar.
ASUNTOS SERIOS Y PENDIENTES
Hay algunas buenas noticias: habrá por fin un Ministerio de Cultura, comienza a impulsarse el agro, el gobierno empezará a pagar deudas atrasadas -250 millones de dólares-...
El país comienza a caminar con un nuevo gobierno, pero es como una persona que está saliendo -o cree estar saliendo- de una enfermedad grave y aún no ve claro su futuro… Y no lo ve porque hay varios asuntos serios y pendientes: la Caja del Seguro Social, en donde faltan las medicinas, los gastos en armamento, las conexiones política-narcos, el problema del agua en todo el país, la deforestación, la gran exportación de madera... Al parecer, para todo esto no hay planes claros y concretos.
VIENEN LAS APP
El enfoque priorizado por el nuevo gobierno es el turismo y atraer inversión. Lo demás... vendrá después.
Ya en el primer gabinete, el Ministro de Obras Públicas anunció que las Asociaciones Público-Privadas (APP) jugarán un papel central en este quinquenio. Pero negó que se trate de un mecanismo de privatización, lo que repitieron el Vicepresidente recién electo y el presidente de la Cámara Panameña de la Construcción.
En un amplio estudio, Juan Jované, profesor titular de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, analiza lo que son las APP y concluye que “cuando se transfieren funciones realizadas por el Estado a la empresa privada, aun cuando no exista venta de activos, tal como es el caso de las APP, estamos frente a una situación de privatización”.
Para reforzar su afirmación cita al premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, quien afirma que “si bien en los últimos años se han dado una gran cantidad de exageraciones sobre las asociaciones público-privadas, en la práctica ha habido decepciones. Las APP a menudo implican que el gobierno tome el riesgo, mientras que el sector privado toma las ganancias”.
Jované señala también que “las APP son propensas a la corrupción en todas y cada una de sus diversas fases: el período de la toma de decisión; el momento de la oferta y la escogencia; la etapa de contratación y operación”. Y concluye que conociendo la naturaleza de las APP y los costos que las mismas representan para el bienestar del conjunto de la población, “este proyecto debe ser rechazado por la población”.
MIEMBRO DEL EQUIPO DE PASTORAL INDÍGENA DE LA ARQUIDIÓCESIS
DE PANAMÁ.
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