Guatemala
Sube el precio del café en "la patria de pocos"
Llegó la ONU y el gobierno se prepara para recortarle espacios. El ejército afila su estrategia para la futura paz, camuflando sus crímenes con las "maras". Mientras, bajó el precio del cardamomo y subió el del café en este país "de tan pocos".
Trish O' Kane
El mes de septiembre estuvo marcado por la anhelada llegada de una misión preliminar de la misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA).
La delegación recibió una bienvenida especial y muy chapina, dos días después de su arribo el 20 de septiembre: el 22, dos bombas explotaron en la capital. Una de ellas, envuelta en un paquete de comida que el terrorista entregó a un niño de la calle. El niño, de 12 años, se ganaba la vida cuidando carros y entró inocentemente a un Pollo Campero para comer lo que le habían regalado. Su vida acabó en un instante, regados los pedazos de su cuerpo por todo el restaurante.
Ninguna organización se responsabilizó del hecho. El ejército culpó a la URNG. La URNG negó enfáticamente cualquier participación. Los analistas lo interpretaron como un macabro mensaje de los grupos que se oponen al proceso de paz y a la llegada de la ONU: una señal con la que expresan que están dispuestos a todo, incluso a matar a inocentes.
Se inician las batallas Gobierno-ONULa MINUGUA tendrá su sede en la capital, con 7 oficinas regionales y 5 subregionales en áreas rurales y se instalará a la menor brevedad posible, probablemente en noviembre. Según los acuerdos, desde el momento de su llegada su tarea será recibir, calificar y dar seguimiento a las denuncias sobre las violaciones de los derechos humanos en todo el país. La misión podrá también comprobar si los organismos nacionales efectúan las investigaciones necesarias, y puede dar juicios sobre el cumplimiento que ambas partes hacen de los acuerdos.
Durante su estancia, MINUGUA hará recomendaciones a las dos partes en conflicto. También puede fortalecer al organismo judicial, al Ministerio Público, a la Procuraduría de los Derechos Humanos y a otras instituciones nacionales. Aún no instalada MINUGUA, las preparaciones de septiembre y de principios de octubre para su llegada ya causaban molestias al gobierno. Jorge Cabrera, Presidente de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, aseguró que el número de verificadores era "elevado y excesivo". "Nuestro temor es que en Guatemala suceda lo mismo que ocurrió en El Salvador, - declaró a la prensa Cabrera -, donde la misión de la ONU se arrogó atribuciones que no le correspondían. Les expliqué a los delegados de la ONU que tendrán que regirse por el ordenamiento jurídico interno, lo que implica que ellos no tendrán potestad para realizar investigaciones".
Ilya Adler, vocero de la delegación preliminar de la ONU, aseguró - contradiciendo a Cabrera - que la misión sí realizará investigaciones en casos de violaciones de derechos humanos, con lo que dio inicio la primera batalla del gobierno para delimitar las funciones de la misión.
La estrategia del ejércitoLas Fuerzas Armadas vienen preparándose para la llegada de la ONU copando espacios en la sociedad civil. Según un analista, el ejército podrá retirarse después de estos espacios, haciendo aparecer el gesto como una concesión en las negociaciones.
Un ejemplo de esta estrategia, iniciada en marzo, fue el nombramiento del Coronel Mérida - antes director de inteligencia - como Viceministro de Gobernación. Después, en septiembre, el Presidente De León nombró a un conocido y temido ex-militar, el ex-Mayor Gustavo Díaz López, como director de la empresa nacional de telecomunicaciones, GUATEL. Oficial de inteligencia, Díaz López tiene una trayectoria nada presentable, incluso en Guatemala, y fue famoso por su participación en 1989 en el golpe contra el entonces Presidente Vinicio Cerezo.
Díaz es también un experto en operaciones sicológicas, en comunicaciones y en contrainteligencia. En Guatemala, la intervención de las líneas telefónicas es un secreto a voces y el mismo De León, cuando era Procurador de los Derechos Humanos, investigó y denunció que su teléfono estaba intervenido. En el momento de la llegada de la ONU y del retorno gradual de la guerrilla al país, llama mucho la atención este nombramiento dada la trayectoria de Díaz.
"Este es un nombramiento absolutamente contrario y a la desmilitarización y a la democratización. El ejército está preparado para recibir, en la más ventajosa posición posible, la firma de la paz. Están haciendo todas las movidas antes de que venga la ONU", afirma un analista cercano al gobierno.
Invitados a HaitíOtro buen punto para el ejército guatemalteco fue la invitación que le hizo la ONU para que participara en la fuerza militar multinacional de intervención en Haití, junto a los ejércitos de Nueva Zelanda, Bélgica, Francia, Brasil, Irlanda y otros países. El 23 de septiembre, De León anunció que Guatemala enviaría 132 militares a participar en esta misión. Ya están integrados a ella en territorio haitiano.
"Guatemala expresa su profunda satisfacción por la connotación como Estado que está ocupando en el ámbito internacional - expresó el Presidente de la República -. En este caso, siendo por primera vez en la historia requerido el ejército de Guatemala para prestar sus valiosos servicios profesionales y humanitarios en una acción histórica que contribuye a la paz, justicia, respeto a los derechos humanos y a la democracia en la hermana nación de Haití". Agregó que la invitación fue un reconocimiento de la comunidad internacional al profesionalismo del ejército guatemalteco y al papel que la institución está jugando actualmente en el país.
Habla Americas WatchEn septiembre, la organización internacional Americas Watch publicó un informe sobre el respeto a los derechos humanos durante el actual gobierno. Conclusiones: Guatemala sigue siendo un país donde ocurren graves violaciones de los derechos humanos. "Es desagradable que entidades del extranjero pretendan poner en solfa a Guatemala en materia de derechos humanos, sin antes ver lo que sucede al interior de sus propios países", fue el comentario que hizo a los medios nacionales Héctor Luna Tróccoli, Secretario General de la Presidencia.
El informe de Americas Watch critica el retroceso en la desmilitarización de la sociedad civil y pone como ejemplo de esta realidad la reubicación de militares en la policía. "Fue notorio el giro que tomaron los acontecimientos con el retorno de los asesores militares a los cargos policiales y
también lo fue el nombramiento como Viceministro de Gobernación del Coronel Mario Mérida, de la Dirección de Inteligencia Militar", expresó José Miguel Vivanco, representante de Americas Watch a los medios guatemaltecos.
13 asesinatos diariosSegún el Director del Instituto Médico Forense del Organismo Judicial, Mario René Guerra, en lo que va del año se han registrado 1 mil 993 asesinatos con arma de fuego, un promedio de 13 diarios sólo en la capital. "Es alarmante - dijo Guerra al periódico Sigloveintiuno - porque solamente durante los 80 se había presentado tan elevado índice de mortandad causada por proyectiles de armas de fuego".
Según el analista Danilo Rodríguez - que fue miembro de la URNG y regresó a Guatemala en 1992, acogiéndose a una amnistía del ex-Presidente Serrano -, el incremento de la violencia, y especialmente la causada por la delincuencia común, corresponde este año a una clara estrategia del ejército, que ha decidido incrementar la violencia común para poder camuflar con ella los asesinatos selectivos que está realizando y los que piensa realizar el año próximo.
"Lo están haciendo de cara al fin de la negociación. Va a retornar gente de la URNG, y va a haber asesinatos como en El Salvador. Parecerá como que no vienen de los aparatos del Estado. Pero aquí sabemos que los escuadrones de la muerte están dentro del ejército", afirma Rodríguez.
Ejército-"maras"Uno de los instrumentos que el ejército está utilizando para llevar a cabo esta estrategia son las numerosas pandillas o "maras" de la capital. Rodríguez acusó públicamente al Viceministro de Gobernación, Coronel Mérida, de estar coordinando este esfuerzo macabro, explicando que las maras, formadas por jóvenes del lumpen de los barrios marginales, sirven al ejército como red de informadores, en un sistema de control urbano parecido al que empleó la AAA en Argentina durante los años 70.
Los mareros - que disponen de armamento de más calidad que el que tiene la policía nacional - matan por encargo y reciben pago por sus crímenes. También han sido utilizados en varias ocasiones para atacar las manifestaciones populares, infiltrándolas, y para agredir a periodistas.
Un caso sonado del vínculo maras-ejército fue el de Noel de Jesús Beteta, condenado por el asesinato de la antropóloga Myrna Mack en 1990. Beteta era jefe de una mara de la capital antes de ser reclutado por la policía, y posteriormente por el Estado Mayor Presidencial.
"El narco, los chafas y algunos majes políticos nos buscan a cambio de buena plata", reveló un marero al diario Prensa Libre. "Cada maje debe estar bien pilas, porque les pela que uno no quiera actuar en algún escuadrón", comentó otro. Rodríguez cree que las dos facciones más claras que hoy coexisten en el seno del ejército coinciden en la estrategia de incrementar la violencia y también en la de reprimir violentamente el movimiento popular, entendiendo que cualquier avance del mismo en estos momentos podría fortalecer a la URNG en la mesa de negociaciones. La estrategia está siendo aplicada hoy especialmente con el movimiento campesino, que ha tenido cierto auge últimamente con los conflictos en varias fincas.
De Tel Aviv a JerusalénEL 8 de septiembre, De León anunció sorpresivamente el traslado de la embajada guatemalteca en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. La decisión es un reconocimiento a esta ciudad en disputa como la capital de Israel, con lo que Guatemala viola dos resoluciones de la ONU (#242 y #338).
El asunto de a qué país o países pertenece la Ciudad Santa es todavía materia de negociación en el proceso de paz de Oriente Medio.
La canciller guatemalteca no fue ni siquiera consultada antes de la decisión presidencial y se enteró de ella por la prensa. El Presidente afirmó que había actuado así "por motivos sentimentales". "No hay que darle mucha importancia porque se trata de algo sentimental", dijo exactamente De León, recordando a los periodistas "los lazos históricos" que unen a Israel y Guatemala.
Ciertamente, Guatemala ha mantenido una relación muy especial con Israel desde los años 40. En 1947, Guatemala dio en la ONU el voto decisivo para el establecimiento del Estado de Israel. Posteriormente, Israel pagó este favor en los 70 y 80 con ayuda militar, cuando Washington cortó su ayuda al gobierno guatemalteco por sus violaciones a los derechos humanos.
La ayuda militar de Israel fue clave en la estrategia y en la tecnología contrainsurgentes. A principios de los 80, los israelíes ayudaron al ejército guatemalteco a destruir la guerrilla urbana.
Guatemala es el tercer país centroamericano - después de El Salvador y Costa Rica - que reconoce a Jerusalén como capital del Estado de Israel. Todos los países que han tomado esta decisión experimentan un bloqueo comercial de la Liga Ãrabe, que reúne a 14 países árabes.
Según fuentes del Banco Central, el comercio entre Guatemala y el mundo árabe asciende a 150 millones de dólares al año. Los principales productos que hacia esa zona exporta Guatemala son: cardamomo, café, banano, especies, ajonjolí, limón deshidratado y miel. De León no consultó con el Ministerio de Economía sobre el posible impacto que en las exportaciones nacionales podría provocar el traslado de la embajada guatemalteca a Jerusalén. El 15 de septiembre, la Liga Árabe reiteró que sancionaría con un boicot comercial a cualquier país que traslade su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Cardamomo: "oro verde"El cardamomo es la cuarta exportación más importante en Guatemala, que es el mayor productor de cardamomo del mundo. El mercado árabe compra el 80% de esta producción. En el Medio Oriente se utiliza esta especie - que tiene fama de ser un afrodisíaco - mezclada con el café. El cultivo cuadruplicó los ingresos en divisas del 93 al 94: de 15 a 65 millones de dólares.
La gran mayoría de los miles de cardamomeros guatemaltecos son pequeños productores que dejaron de sembrar frijol y maíz para sembrar el "oro verde". Después del anuncio del Presidente, se desplomó el precio del producto en Guatemala en una sola semana, pasando de 280 a 100 quetzales (de 50 a 18 dólares), lo que provocó manifestaciones y protestas de los productores.
Fuentes cercanas al gobierno opinan que el traslado de la embajada guatemalteca tiene más que ver con una oferta de ayuda militar de parte de los israelíes que con un "asunto sentimental". Dados los "lazos históricos" entre las dos naciones una oferta así no sorprendería a nadie.
Café: ¿buenas noticias? Después de varios años de crisis por la baja en los precios internacionales del café, los cafetaleros guatemaltecos festejan precios no vistos desde la década de los 70. Las recientes alzas se deben a dos heladas y a una sequía que han afectado la cosecha en Brasil y que significaron una inesperada bonanza para Guatemala. El Banco de Guatemala reportó un ingreso de 314.9 millones de dólares en concepto de exportaciones de café. En 1993, fue un 62.2% menos: 194.2 millones. A pesar de la diversificación de la economía guatemalteca en las últimas décadas - con la introducción masiva de la industria maquiladora y el cultivo de los productos no tradicionales - el café sigue siendo la fuente más importante de captación de divisas.
Según William Stixrud, Presidente de la Asociación Nacional de Cafetaleros (ANACAFE) - que representa a 44 mil productores grandes, pequeños y medianos -, Guatemala es el quinto productor de café en el mundo y el café sigue siendo el motor principal de la economía guatemalteca: el 40% de la masa trabajadora del país está involucrada de manera directa o indirecta en el cultivo, la cosecha y la comercialización del grano. La caficultura se destaca también por las pésimas condiciones laborales, casi de esclavitud, que se dan en su producción.
Los cafetaleros tienen fama de ser los productores más recalcitrantes para cumplir con las leyes y prestaciones laborales. Pero Stixrud insiste en que esta realidad está cambiando y que la mayoría de los cafetaleros ya cumplen con el salario mínimo estipulado, que es de 11.60 quetzales diarios (2.05 dólares). "Siempre han existido - dijo - dos mundos económicos en Guatemala: una gran masa trabajadora rural, y una élite con acceso a la educación, que gobernaba. No fue fácil en el pasado, pero ahora este mundo de la élite que tiene educación entiende la necesidad de inversión social. Ellos están de acuerdo en elevar las condiciones de vida del trabajador".
La patria de pocos"Los patrones quieren que sigamos trabajando siempre con el machete, siempre sembrando. Y así se enriquecen ellos. Como si ellos los patrones fueran coches (cerdos) y nosotros sólo sufrimiento. Los ricos tienen sus organizaciones, tienen dinero. Ahora nosotros tenemos que organizarnos", dijo un trabajador kekchí en una reunión de unos 200 trabajadores de varias fincas de café. Y siguió: "Se asustan cuando tratamos de organizarnos y empezamos a exigir el mínimo. Nos empiezan a golpear, a acusar, y vamos al juzgado, donde han pagado a los jueces para que no escuchen a nosotros. Pero no podemos seguir así".
Esta reunión tuvo lugar a principios de septiembre, en el municipio de Tucurú, Alta Verapaz, en las montañas del nororiente. En Tucurú se produce el café de más alta calidad, conocido como "el estrictamente duro", por la altitud donde están situadas algunas fincas. El municipio tiene una población de 21 mil 500 personas, el 94% de la etnia kekchí y el 1.3% de la etnia pocomchí. El resto es ladino. La gente dice que Tucurú es "la patria de pocos", porque el 73% del territorio lo ocupan fincas privadas.
Según el alcalde, Jorge Balsells - un kekchí de 33 años -, el 90% de las fincas no ofrecen a sus trabajadores los servicios mínimos indispensables para vivir. No tienen agua potable, luz, escuelas, caminos de acceso ni centros de salud. El 64% de los pobladores de Tucurú vive en estas condiciones. "¿Por qué los finqueros no pueden ceder una caballería a la gente y yo les doy servicios de inmediato? Pero no. Prefieren mantener a los trabajadores como colonos, mano de obra barata. Es una forma de neo-feudalismo. Porque ellos son los dueños de la producción, deciden sobre la vida de los campesinos y sobre todo", afirma Balsells.
Sólo tortilla y salAunque en las fincas hay escuelas, Balsells dice que "son una pantomima". "Hacen la educación a su gusto - añade -. Los finqueros controlan el curriculum. Jamás les van a enseñar la verdad de la historia, los derechos humanos. Es una seudo-educación." Además de producir un café de alta calidad por la altitud de las bellas montañas en donde crecen los cafetales, Tucurú se destaca también por tener la más alta tasa de analfabetismo, desnutrición y tuberculosis en toda Alta Verapaz.
En las fincas, muchos trabajadores no conocen la carne ni la leche. Con suerte comen dos veces al día - cuentan con cierta tristeza - frijol con tortilla, si hay frijol. Si no, un poco de chile cobanero con tortilla. O tortilla con sal. Según Balsells, en un 20%, como mucho, de las 30 fincas, se paga el salario mínimo. Ni hablar de aguinaldos, bonificaciones y otros beneficios estipulados por la ley, que muchos trabajadores desconocen. Hay una finca en Tucurú que paga sólo 5 quetzales al día (88 centavos de dólar).
El mínimo salario"Cuando un campesino reclama sus derechos laborales, los patronos dicen que es un subversivo, un instigador, un desestabilizador y lo sacan de la finca para no pagarle prestaciones. Después lo acusan de abandonar sus cargos y no tiene derecho a indemnización. Como el campesino es analfabeta, no sabe cómo defenderse y está perdido. Esto sucede con mucha frecuencia en mi municipio - dice Balsells -. A veces me siento muy desanimado con la situación".
En febrero de 1980, los trabajadores de las fincas algodoneras y los ingenios azucareros de la Costa Sur hicieron la huelga más significativa de la historia del movimiento laboral en Guatemala, obligando al Presidente Lucas García a decretar un salario mínimo de 3.20 quetzales. En aquel tiempo, el quetzal estaba a la par del dólar. Así, un trabajador del campo tenía que ganar $3.20 al día. Hoy, 14 años después, con una inflación galopante, los trabajadores del campo están peleando para ganar 11.60 quetzales (2.05 dólares).
"Hasta ahora estamos exigiendo nuestros derechos, aunque seamos ancianos. Para que nuestros hijos y nietos tengan un futuro. Los ancianos estamos como ciegos, porque el patrón nunca nos dejó ir ni un día a la escuela, y no aprendimos a leer ni escribir. Pero los jóvenes nos están enseñando que tenemos derechos y tenemos una Constitución que nos protege," dice don Santiago, un kekchí de 54 años.
Dos balas en la cabezaDon Santiago empezó a trabajar a los 10 años en una finca de Tucurú. El año pasado fue despedido, junto a otros 62 trabajadores, por exigir el salario mínimo. Aunque las condiciones laborales en Tucurú son dramáticas - como reitera su alcalde -, no llegan a ser tan extremas como en la ganadera Finca Exacta de Coatepeque, Quezaltenango. Ya han sido cuatro los trabajadores asesinados allí en dos meses, por luchar por el salario mínimo.
El 15 de septiembre, tres hombres armados entraron a un rancho en el caserío donde viven los trabajadores de la Finca Exacta y se llevaron a su cuarta víctima, Juan José García González, de 20 años. García era uno de los trabajadores más activos en el sindicato. Al día siguiente, Juan José fue encontrado muerto, con dos balas en la cabeza.
|