Honduras
Impactos y revuelo por el "paquetazo rojo"
Miles de campesinos reclamaron al Presidente Reina que no aprobara el nuevo plan económico y los diputados liberales del partido de Reina se resistieron a aprobarlo. Por distintas razones, el "paquetazo rojo" ha tenido que recorrer un camino lleno de escollos.
Mario Posas
El 8 de septiembre, el empresario Juan Ferrera, Ministro de Hacienda, envió al Congreso Nacional para su aprobación un paquete de medidas fiscales que la prensa hondureña bautizó enseguida como el "paquetazo rojo". Roja es la bandera del Partido Liberal del Presidente Reina. Ese mismo día, Reina anunció a sus compatriotas lo que llevaba dentro el "paquetazo".
Cinco polémicos proyectos de leyEl "paquetazo rojo" contiene cinco proyectos de ley:
1) Reformas a la ley monetaria y al decreto 18-90, que sancionó el paquete de medidas económicas neoliberales del gobierno anterior.
2) Reestructuración de los impuestos al consumo, simplificación tributaria y financiamiento del gasto social.
3) Impuesto al activo neto.
4) Régimen especial para la caficultura.
5) Código Tributario.
El primer proyecto de ley establece que el tipo de cambio de la moneda local frente al dólar será determinado por la oferta y la demanda, en el marco de las normas dictadas por el Banco Central de Honduras. A la vez, elimina el Factor de Valoración Aduanera (FVA), que es el valor oficial de la moneda local frente al dólar estadounidense para el pago de impuestos por los productos importados que pasan por las aduanas del país. El FVA es actualmente de 7.30 lempiras por dólar y el cambio oficial es de casi 9 lempiras por dólar. Obviamente, la eliminación del FVA encarecerá aún más los productos importados y generará más inflación.
El proyecto de ley para la reestructuración de los impuestos al consumo, la simplificación tributaria y el financiamiento al gasto social está orientado básicamente a ampliar la lista de bienes y servicios que deberán pagar impuestos al consumo. Quedan excluidos los productos de la canasta básica, los farmacéuticos, el diesel, los libros, las revistas, los agroquímicos y los servicios esenciales de salud, educación, deportes y transporte aéreo y terrestre de personas.
Los demás productos y servicios pagarán el 7% de impuesto al consumo. El gobierno rechazó la propuesta del Fondo Monetario Internacional, que planteó que ese impuesto fuera del 10%. Sólo aceptó esta sugerencia para el caso de las cervezas, el aguardiente, los licores y otras bebidas alcohólicas, los cigarrillos y otros productos elaborados con tabaco. Estos deberán pagar el 10%.
También se gravan con un 10% los intereses de las cuentas de ahorro, se establece el peaje por el uso de carreteras y se incrementan sustancialmente los impuestos de los automóviles de lujo, para desestimular su importación. El proyecto de ley contiene también un conjunto de estipulaciones orientadas a simplificar el pago de impuestos y aparece como su objetivo que, con la reestructuración de todos estos impuestos, el Estado financiará sus programas sociales.
El proyecto de ley del impuesto al activo neto busca gravar con un impuesto del 1% a todos los empresarios cuyos activos netos sean iguales o superiores a 500 mil lempiras. Su objetivo declarado es lograr que todos los empresarios tributen al Estado. Es de sobras conocido que muchos no lo hacen o lo hacen en una proporción inferior a lo que les correspondería, usando variados mecanismos de evasión fiscal.
El proyecto de ley orientado a dotar de un régimen especial a la caficultura propone la eliminación de impuestos a la exportación de café y la obligatoriedad para los cafetaleros de pagar el impuesto sobre la renta. El proyecto de ley sobre el Código Tributario está orientado a "establecer los principios generales de las normas administrativas, penales y procesales para mejorar la administración tributaria del país".
Telón de fondo: deuda Uno de los objetivos declarados del "paquetazo rojo" es la reducción del déficit fiscal. El gobierno anterior se lo dejó al actual en un 11.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Reina pretende reducirlo en 1994 a un 7% y en 1995 a un 4.5%. El gobierno afirma que con el "paquetazo" se logrará estabilizar la economía y detener el proceso inflacionario, que en lo que va de 1994 es de un 21%, y que de no aprobarse el "paquetazo" podría llegar a un 50-60% a finales del año.
Pero las más profundas motivaciones del "paquetazo rojo" fueron clarificadas por el Ministro Juan Ferrera en la exposición de motivos que acompaña el segundo proyecto de ley sobre la reestructuración de los impuestos al consumo. Detrás de todo - y delante también - está la deuda externa hondureña y los compromisos asumidos para su pago por el gobierno Reina con los organismos internacionales.
El Ministro Ferrera demanda del Congreso de la República la aprobación de los proyectos de ley con el fin de poder enfrentar "la aflictiva situación en que se encuentran las finanzas del Estado y el elevado monto que alcanzan las obligaciones de la deuda externa". Para 1994, estas obligaciones son de 240 millones de dólares.
Si se aprueba..."Si por cualquier razón el Congreso Nacional no aprueba las medidas por este medio propuestas - dice Ferrera al Congreso - el gobierno central carecerá de los medios para honrar sus obligaciones y el país correrá el riesgo de ser declarado inelegible para efecto de contratación de nuevos créditos y para el desembolso de los ya otorgados. Si, por el contrario, el proyecto se aprueba, en el corto plazo se firmará la Carta de Intenciones con el Fondo Monetario Internacional o el Marco de Políticas de Reforma Estructural con el Banco Mundial, lo cual permitirá el desembolso de los créditos otorgados por éste último y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el sector energía y el sector agrícola, así como el desembolso de los denominados reflujos concedidos por la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA).
Posteriormente, haría posible negociar la condonación de deudas con los países miembros del Club de París. En el mediano plazo, la aprobación del proyecto crearía las condiciones indispensables para que Honduras continúe recibiendo, de parte de las instituciones internacionales de crédito y de gobiernos amigos, la asistencia necesaria para el desarrollo". Según Delmer Urbizo Panting, Ministro de Economía, al sólo aprobarse el "paquete", el Club de París condonará al país unos 700 millones de dólares, que representan el 9.3% del total de la deuda externa hondureña, que tiene un total de 3 mil 700 millones de dólares.
Un presupuesto crecidoHa sido también reconocida como motivación del "paquetazo rojo" la necesidad de "fortalecer las finanzas públicas para poder atender eficazmente la salud, la educación y a los grupos más vulnerables de la población, a fin de mantener el clima social apropiado para el normal desenvolvimiento de la actividad productiva".
El Presidente Reina declaró que para 1995 el gobierno necesita al menos unos 584 millones de lempiras para atender las necesidades del Registro Nacional de las Personas, del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Defensa y Seguridad Pública, de Educación y Salud Pública, del Fondo Hondureño de Inversión Social, del Programa de Asignación Familiar, de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público. El 14 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó el presupuesto para 1995, que excede en más de 2 mil millones al de 1994.
El presupuesto para 1995 contiene sustanciales incrementos al presupuesto de salud (420 millones de lempiras), de educación (359 millones), de obras públicas y transporte (205 millones) y de recursos naturales (93 millones). Los 23 millones de lempiras de incremento que tendrán los militares en su presupuesto han sido seriamente cuestionados. El gobierno del Presidente Reina los ha justificado argumentando que serán para "cubrir los gastos que implica la puesta en práctica del servicio militar voluntario, educativo, democrático y humanista".
El gobierno Reina espera financiar el presupuesto del 95 - incongruente para muchos con el objetivo de reducir el déficit fiscal - con los 700 millones de lempiras que espera obtener en 1995 al ponerse en vigencia el "paquetazo rojo", con los ingresos que el Estado percibirá por los buenos precios internacionales del café y con los préstamos y donaciones procedentes del exterior.
Adolfo Facussé, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) declaró que el incremento del presupuesto gubernamental para 1995 es "sorprendentemente grande" y peligrosamente inflacionario. Facussé llamó al Congreso Nacional a revisar escrupulosamente las cifras del presupuesto y a aprobar solamente las que no resulten inflacionarias.
Sindicatos débiles El "paquetazo rojo" provocó intensos debates desde el mes de julio. El gabinete económico del gobierno escogió como principales interlocutores para discutirlo a los sectores empresariales representados en el COHEP y a las organizaciones sindicales, representadas fundamentalmente por la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH).
Los sindicatos tienen recelo y suspicacia ante el nuevo paquete de medidas económicas por el impacto inflacionario que tendrá, lo que deterioraría aún más el salario real de los trabajadores. La CTH ha lamentado que en las consultas sobre el "paquetazo" no se haya hablado ni remotamente del reajuste salarial general que el Presidente Reina les prometió hacer realidad en el más breve plazo posible. De hecho, el movimiento sindical hondureño organizado ha mantenido un bajo perfil ante las medidas y no ha sido capaz de articular y defender, en forma vigorosa y pública, una posición coherente y persuasiva.
Empresarios beligerantesHa sido el COHEP, organización de cúpula de los empresarios, el que tuvo mayor visibilidad social y beligerancia en el debate sobre el "paquetazo rojo". Esto lo convirtió en el principal interlocutor del gabinete económico. Adolfo Facussé, principal vocero del COHEP, expresó desde el inicio de las conversaciones la oposición de los gremios empresariales al impuesto al activo neto, señalando que para poder apoyar el gobierno en toda la carga de impuestos que propone el "paquetazo" éste debía reducir su burocracia y su gasto.
El 30 de agosto, el COHEP envió al Congreso Nacional una contrapropuesta de los empresarios para que fuera considerada y discutida junto al "paquetazo" gubernamental. El COHEP demanda una drástica reducción de la burocracia estatal y del gasto público gubernamental. Exige también la privatización de los servicios portuarios, de las empresas estatales de telecomunicaciones y energía eléctrica y de los institutos públicos de seguridad social y de formación profesional. A juicio del COHEP, la reducción del gasto público y la privatización de estas empresas estatales harían innecesario castigar al pueblo con una nueva carga de impuestos.
El COHEP se opone al impuesto al activo neto y propone en su lugar un impuesto a las tierras ociosas. Esta iniciativa fue rechazada abiertamente por la Federación de Agricultores y Ganaderos de Honduras, que también forma parte del COHEP. Pero los sectores industriales del COHEP están dispuestos a sacrificar a sus agremiados, los agricultores y ganaderos improductivos, con tal de ser liberados del impuesto al activo neto, que dicen afectará la competitividad de los empresarios hondureños en el mercado internacional. En su contrapropuesta, el COHEP exige también que se reduzca en forma gradual el crédito al gobierno central, que se transforme el impuesto de ventas en un impuesto al valor agregado, que se reduzca el encaje legal y que se proteja a la pequeña y mediana industria del país.
Cambio de posiciónEl 2 de septiembre, después de haberse reunido con el Presidente de la República, con el gabinete económico y con Jorge Arturo Reina, diputado y coordinador del programa de concertación social del gobierno, Adolfo Facussé alteró la posición negativa que había venido manteniendo frente al "paquetazo" y se comprometió públicamente a apoyarlo.
Este cambio - explicó - se debía a que los dirigentes gubernamentales lo habían convencido de que se estaban dando pasos "en la dirección correcta para la reducción del sector público, el combate a la corrupción y el apoyo que se dará a la libre empresa" Satisfecho porque el gobierno estaba estudiando seriamente la contrapropuesta del COHEP, Facussé no desaprovechó la ocasión para declarar que mantenían su rechazo al impuesto al activo neto.
Para lograr el apoyo público del COHEP al "paquetazo", el gobierno había anunciado previamente la eventual destitución de unos 7 mil 200 empleados públicos, muchos de los cuales - dijo - eran "paracaidistas": empleados estatales que por ser activistas políticos cobran salarios sin trabajar en las oficinas estatales que les pagan y a las que están asignados.
¿Y el "paquetazo azul"?El "paquetazo rojo" fue rechazado por el Colegio Hondureño de Economistas, que argumenta que existen otras fuentes alternas de financiamiento que deben considerarse para resolver las dificultades financieras del Estado. Entre ellas, mencionan el impuesto a los productos suntuarios y el control de la evasión fiscal.
Rechazo también en el opositor Partido Nacional, "en nombre de las mayorías desposeídas". Curiosa reacción, si se recuerda que fueron los diputados del Partido Nacional los que aprobaron sin ninguna discusión seria y en horas de una madrugada el severo programa de medidas económicas -"paquetazo azul" en el lenguaje actual - que el gobierno del ex-Presidente Callejas impuso al pueblo hondureño en marzo de 1990.
La aprobación del "paquetazo" en el Congreso - en el que el partido de gobierno disfruta de una cómoda mayoría - no fue fácil. A diferencia de lo que ocurrió con los diputados del Partido Nacional que, obedientes y no deliberantes, aprobaron el "paquetazo azul" en un abrir y cerrar de ojos, la mayoría de los diputados del Partido Liberal aprovecharon el debate sobre el "paquetazo rojo" para renegociar cuotas de poder con el Presidente Reina y así colocar a su clientela política en alguna de las instituciones del aparato central del Estado.
La postura cauta que asumió frente al "paquetazo rojo" Carlos Flores Facussé, Presidente del Congreso y líder de una de las principales corrientes internas del liberalismo, dificultó aún más su aprobación automática y acrítica. Flores Facussé no quiere enterrar prematuramente sus aspiraciones presidenciales. Y si resultara asociado por la mayoría de los hondureños como principal responsable de la aprobación del "paquetazo rojo", estaría "muerto "políticamente. Esto lo ha convertido en el principal crítico de Reina y de su gabinete económico, a los que exige una visión de futuro, para lograr que el Partido Liberal sea una opción de poder en las próximas elecciones, que él aspira a ganar como candidato oficial de los liberales.
Aprovechando su privilegiada posición como Presidente del Congreso y las diferencias de los diputados liberales con el Ejecutivo, Flores Facussé exigió de Reina y de su gabinete económico una amplia negociación política antes de ceder en la aprobación del "paquetazo". El 27 de septiembre, Flores Facussé anunció que el "paquetazo" sería aprobado en el Congreso pero "con sustanciales modificaciones". Esto preocupa al gabinetee conómico, que teme una demora en la aprobación de las medidas.
Congreso: última palabraEl gabinete presionó al Congreso recordándole que los retrasos podrían causar que Honduras fuera declarada "inelegible" - no digna de créditos - por el FMI. Pero Flores Facussé y los diputados del ala liberal ignoran olímpicamente estas presiones. Las diferencias sectarias que dividen a las corrientes del Partido Liberal le han dado al Congreso una inesperada autonomía frente al Ejecutivo, nunca vista en la reciente historia política de Honduras.
Cualquiera que sean las modificaciones que el Congreso introduzca al "paquetazo rojo", es obvio que la eliminación del Factor de Valoración Aduanera (FVA) y algunas de las cargas impositivas serán aprobadas. Desde el punto de vista de la gran mayoría de los hondureños, esto sólo servirá para alimentar más la especulación y la inflación y para deteriorar aún más las condiciones de vida de casi todos.
Un mayor empobrecimiento será más leña en el fuego de una delincuencia y criminalidad que la policía se ha declarado incapaz de controlar. El país sigue a oscuras y todo lo que de antipopular trae este "paquetazo" hará más densas las tinieblas.
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